Capítulo 3
LA NUEVA FRONTERA
Actualmente, la comunidad científica mundial está de acuerdo en que debe existir una estructura energética invisible.
DAVID SECKEL
Cosmólogo, Universidad de California
En
pocas décadas, la ciencia ha adquirido consciencia de las limitaciones
de la percepción visual humana. El ojo humano capta únicamente una
estrecha banda de radiación. Sólo vemos las longitudes de onda entre
0,00007 cm. y 0,00004 cm.; el resto del espectro de ondas
electromagnéticas permanece invisible para nosotros. De hecho, sólo unas
cienmilésimas de centímetro son la diferencia entre la visibilidad y
la invisibilidad. Sin embargo, todos nosotros nadamos literalmente en
un mar de energía, inmersos en un océano de ondas electromagnéticas:
rayos gamma, rayos X, rayos ultravioleta, infrarrojos, microondas,
ondas de radio, ondas cortas, por mencionar algunos.
Por
ejemplo, cuando sentimos el calor del sol, captamos el resultado de
rayos infrarrojos invisibles; su longitud de onda va de 0,00008 cm. a
0,032 cm., por lo que es demasiado larga para que la detecte nuestra
retina, aunque nuestra piel perciba esos rayos como calor.
Nuestra
percepción del universo está basada sólo en una muy diminuta fracción
de la energía que nos rodea. Resulta todavía más impresionante
reconocer que nuestra tecnología científica actual sólo detecta una
parte de todo el espectro de energía. Casi todos los científicos creen
que el espectro de ondas electromagnéticas continúa mucho más allá de
nuestra visión tecnológica y, posiblemente, hasta el infinito.
Si
ponemos esto en perspectiva, nos daremos cuenta de que cada uno de
nosotros es visualmente consciente de sólo tres cienmilésimas (0,00003)
de centímetro de la radiación energética que nos rodea. Y viendo tan
poco del universo, nos apresuramos a emitir conclusiones y juicios con
base en los estrechos límites de nuestra visión. Nuestra perspectiva del
universo, y la realidad misma, están severamente limitadas por lo
estrecho de nuestros sentidos físicos.
Si
miramos a nuestro alrededor, vemos un mundo de objetos sólidos.
Superficialmente, la realidad parece estar hecha de formas sólidas y
tridimensionales. No obstante, a medida que la ciencia profundiza en el
núcleo invisible de la materia, se efectúan notables descubrimientos.
La famosa ecuación de Einstein, E = MC2 indica que la materia no es más
que otra forma de energía -en cierto sentido, energía almacenada que
se moldea temporalmente para construir los objetos físicos que nos
rodean.
Una
vez que reconocemos que toda la materia es en realidad energía,
podemos comenzar a formarnos una nueva visión de nosotros mismos y del
mundo circundante. Entonces comenzamos a comprender que lo que nos
rodea no es lo que parece.
Esta nueva visión se amplía aún más cuando examinamos los descubrimientos más recientes de la física cuántica. Los teóricos del quantum ya no consideran
que la energía esté formada por partículas. Las partículas subatómicas
ya no se consideran elementos estáticos, sino entidades
tetradimensionales en el espacio-tiempo. De hecho, las partículas
elementales de nuestra realidad (los quarks y demás), ya no se considera
que tengan solidez. Cuando los físicos observan las partículas
elementales, las describen como modelos dinámicos, que se mueven y
cambian constantemente de una a otra. La mecánica cuántica ha demostrado
que las partes elementales de nuestra realidad no son sino modelos de
energía interconectados para formar una red cósmica indivisible.
La
física cuántica ha demostrado que nuestros conceptos físicos
elementales de forma y solidez son obsoletos; no sólo la materia es
energía, sino que toda energía tiene esencialmente una naturaleza no
física. El físico Werner Heisenberg precisó este nuevo punto de vista
científico cuando declaró que «los átomos no son cosas».
Tras
décadas de notables descubrimientos, la física moderna parece ahora
encontrarse en un callejón sin salida. El movimiento de las partículas
subatómicas apenas parece tener un orden lógico o no tenerlo en
absoluto. Las partículas elementales cambian su posición y su
trayectoria, aparecen y desaparecen, y sus movimientos son
impredecibles. Y todavía es más sorprendente comprender que pueden ser
influidas por las ideas de los científicos que las observan.
Comienza
un nuevo siglo, pero los grandes misterios de la ciencia siguen sin
resolverse. ¿Qué son la materia y la energía? Cada vez más físicos y más
astrónomos de todo el mundo reconocen que debe existir un inmenso
sistema de energía invisible más allá de nuestra visión tecnológica.
Hace años, algunos astrónomos observaron que existían áreas específicas
en el espacio con una masa tan escasa que no se explicaban su
movimiento. En los años ochenta, a esta misteriosa circunstancia se la
denominó «materia negra». El descubrimiento de la materia negra vio la
luz debido a las intensas investigaciones de la astrónoma Vera Rubin. En
The astronomers (Los astrónomos), Donald Goldsmith resume el trabajo de esta científica y su importancia.
Al
analizar los movimientos de las estrellas remotas, las observaciones
de Rubin revelaron enormes cantidades de materia invisible en galaxias
espirales como nuestra Vía Láctea. Algunos estudios de los movimientos
de las galaxias, efectuados por otros astrónomos (y por la misma
Rubin), demostraron que los grupos de galaxias contienen
asimismo tremendas cantidades de materia invisible. En realidad,
incluso antes del trabajo de Rubin, los astrónomos habían descubierto
que casi todos los grupos de galaxias parecían contener mucha más masa
de la que podía explicarse por las estrellas que brillaban en sus
galaxias. Pero fueron necesarios los estudios detallados de Rubin sobre
el movimiento de las estrellas dentro de
nuestra
propia galaxia y en otras más, para convencer a los astrónomos de que
casi todas las galaxias, y no sólo las que eran parte de grupos grandes
de galaxias, tienen mucha más masa invisible que las estrellas. En
resumen, la obra de Rubin estableció la existencia de un componente del
cosmos no confirmado antes, un componente que no era un simple agregado
a lo que ya conocemos sino que es el universo mismo. Todo lo que vemos
-las estrellas, los grupos de estrellas, las regiones donde se forman
estrellas, y las nubes de gas consumidas por las estrellas nuevas-
aparentemente representa no más allá del 10 por ciento de la masa total
de una galaxia grande como nuestra Vía Láctea. Por tanto, la
investigación de Rubin implica que toda la materia visible del universo
representa sólo la costra del pastel, el cual está formado básicamente
por materia invisible.
El
descubrimiento de la materia negra (masa invisible) aporta evidencias
de la subestructura invisible del universo. En las últimas dos décadas,
físicos y astrónomos de todo el mundo han llegado a la misma
conclusión: algo invisible interactúa con la materia. En 1981, el
eminente físico teórico David Bohm propuso que la subestructura de lo
subatómico sólo tiene sentido si suponemos la existencia de dimensiones
adicionales más complejas y que están más allá de nuestra visión. Este
concepto es cada vez más aceptado. Muchas de las máximas mentes
científicas del siglo veinte han aceptado que más allá de nuestra
visión tecnológica ocurre algo misterioso. Einstein, Heisenberg,
Planck, Pauli, Schrödinger, Jeans, Eddington, Bohr y de Broglie han
expresado la idea de que lo físico y lo místico, de algún modo están
relacionados. Sir James Jeans resumió esto cuando declaró que «estamos
comenzando a ver el universo más como una idea enorme que como una
máquina enorme».
LA ESTRUCTURA MULTIDIMENSIONAL DEL UNIVERSO
Si
examinamos la evolución de la ciencia durante las últimas décadas,
vemos un cuerpo de evidencias cada vez más grande, que confirman la
subestructura multidimensional de la materia y del universo. Los
descubrimientos más recientes de la física cuántica nos ofrecen
numerosos ejemplos. También es notable la cada vez mayor cantidad de
físicos, astrofísicos y astrónomos que creen en la existencia de
universos paralelos. El conocido físico Fred Alan Wolf resume esta
opinión al declarar: «en la física cuántica, encontramos sólidas y
sorprendentes evidencias de la existencia de universos paralelos desde
el comienzo del tiempo».
EL CONCEPTO DE LOS UNIVERSOS PARALELOS
La
idea de los universos paralelos o de las dimensiones paralelas no es
nueva. La teoría de la relatividad de Einstein predijo primero la
existencia del espacio-tiempo tetradimensional y de los agujeros negros.
Sin embargo, no fue sino hasta 1935 que Einstein y su colega en la
universidad de Princeton, Nathan Rosen, presentaron su nueva teoría
relacionada con el funcionamiento de los agujeros negros. Propusieron
que, en lugar de un simple agujero o grieta en el espacio-tiempo, como
se creía al principio, el agujero negro era en realidad un puente que
conectaba un universo a otro universo posible. Einstein y Rosen
plantearon que los agujeros negros eran «puentes» hacia cualquier parte y
en cualquier época. En la época actual este concepto se conoce como el
Puente de Einstein-Rosen.
El
Puente de Einstein-Rosen fue la primera teoría científica ampliamente
aceptada acerca de la posible existencia de universos o dimensiones
paralelas. La obra de Einstein y Rosen preparó la escena para que las
siguientes generaciones de físicos estudiaran seriamente el concepto de
los universos paralelos. Por ejemplo, influyó decisivamente en el
trabajo de la «interpretación de muchos mundos» presentada en 1951 por
el físico Hugh Everett III. La teoría de Everett plantea que con el
nuestro, coexisten muchos mundos o universos; sin embargo, se dividen
continuamente en dimensiones separadas y diferentes que son mutuamente
inaccesibles. Según Everett, cada mundo o dimensión contiene una versión
diferente de las mismas personas efectuando diversas acciones en el
mismo momento en el tiempo. Esta teoría, aunque discutida, es muy
conocida en la física moderna y algunas personas consideran que aporta
una explicación posible de la realidad cuántica.
Durante
los sesenta años anteriores, varios físicos reconocidos plantearon el
concepto de universos-energía paralelos y sus puentes de interconexión,
entre ellos Arthur Eddindgton, Christian Fronsdal, David Finkelstein,
John Wheeler, G. Szertes y Charles Misner. Pero fue otro físico, Martin
Kruskal, de Princeton, el primero que desarrolló este concepto por
escrito. En 1961, Kruskal presentó su mapa de un agujero negro, el cual
mostraba una interconexión entre nuestro universo físico y otro,
invisible.
En
1963, el físico y matemático australiano Roy P. Kerr desarrolló
ecuaciones precisas en relación con la rotación de los agujeros negros.
Las ecuaciones de Kerr indicaban la existencia de un número infinito de
universos paralelos, todos conectados directamente a los agujeros
negros. Propuso que una serie o mosaico de universos se extendía hacia
el pasado y hacia el futuro simultáneamente. Aunque el concepto parezca
extraño, los físicos de todo el mundo lo calificaron favorablemente.
Muchos consideran que sus ecuaciones son uno de los descubrimientos más
importantes de la astrofísica teórica de mediados del siglo veinte.
Además,
H. Reissner en Alemania y G. Nordstrom en Dinamarca formularon una
representación de agujeros negros conectados a otros universos. Por este
trabajo, los agujeros negros con carga eléctrica se denominan «agujero
negro de Reissner-Nordstrom.»
Creo
que la existencia de los agujeros negros, el Puente de Einstein-Rosen,
y las ecuaciones, mapas y teorías de Everett, Kruskal, Kerr, Reissner y
Nordstrom, son todos evidencias de la naturaleza y de la estructura
multidimensional del universo. Esta recopilación cada vez mayor de
evidencias acumuladas por físicos y astrónomos de todo' el mundo apunta
hacia el descubrimiento más importante del siglo XX: nuestro universo
es un continuo multidimensional de energía interconectada.
EVIDENCIA HISTÓRICA QUE APOYA EL UNIVERSO MULTIDIMENSIONAL
Cuando
analizamos la historia, apreciamos que la idea del Cielo o de un
universo no físico es una de las creencias más antiguas y extendidas de
la humanidad. El concepto de Cielo aparece en todas las culturas y
religiones.
Las
religiones judía y cristiana enseñan la existencia de tres universos o
dimensiones: el mundo físico, el Cielo y el Infierno. El catolicismo
agregó una cuarta con el concepto del Purgatorio. En el Corán, Mahoma
habla de siete cielos o universos. En épocas más recientes, la visión
teosófica desarrollada por Madame Blavatsky describió siete dimensiones.
Este concepto de las siete dimensiones también se incorporó a varias
filosofías de la Nueva Era. Si examinamos las religiones y las culturas
de todo el mundo, el concepto de cielos o universos invisibles es sin
duda la creencia más universal de la humanidad. En la actualidad,
prácticamente todas las religiones y culturas han incorporado este
concepto. Aunque es probable que esta sea la teoría mas difundida en la
historia de la humanidad, todavía no se encuentran evidencias
comprobables relacionadas con esos cielos invisibles. Como usted llegará
a descubrir, la exploración extracorporal aporta una poderosa
verificación de que los «cielos» religiosos descritos en las escrituras
de su religión existen en realidad. Las exploraciones directas han
demostrado que los cielos bíblicos son en realidad los magníficos
entornos energéticos invisibles que forman el universo multidimensional.
LOS TÚNELES DE ENERGÍA
En
la literatura y en las obras artísticas de diversas culturas se han
desplegado durante los últimos dos mil años evidencias adicionales de la
creencia en los universos no físicos y los túneles energéticos que los
conectan. Por ejemplo, durante siglos los pintores han representado
túneles de energía que conducen a un nuevo entorno o cielo radiante.
El pintor holandés Hieronymus Bosch (1460-1516), en su conocida obra El ascenso al Empíreo, ilustra
con claridad a un ser individual que está siendo escoltado por un
túnel de energía. Al final del túnel hay una luz brillante que indica
el cielo (una dimensión de frecuencia más alta).
Dos siglos después, el poeta, místico y pintor inglés William Blake (1757-1827) creó su obra maestra titulada La escalera de Jacob. En su impresionante acuarela representa seres humanos y ángeles que ascienden y descienden hacia un círculo brillante o túnel de luz.
Más
avanzado el siglo diecinueve, Gustavo Doré (1832-1883) creó su famoso
grabado de Dante y Beatriz mientras experimentaban su beatífica visión.
Con gran detalle gráfico, representa un túnel no físico que conduce
hacia una luz.
Me
parece evidente que los conductos de energía representados por Bosch,
Blake, Doré, Einstein y Rosen, al igual que los conductos de energía
que se describen en este libro, son túneles de energía que conectan la
dimensión física con su contraparte no física.
Los
millones de experiencias cercanas a la muerte de las que se ha tenido
conocimiento en los últimos veinte años en todo el mundo, representan
una evidencia adicional de esta creencia. Uno de los aspectos más
significativos de las situaciones cercanas a la muerte es que describen
vívidamente un túnel de luz que conduce a una luz brillante o a un
nuevo entorno. En los extensos estudios efectuados por Raymond Moody,
Melvin Morse, Kenneth Ring y otros médicos, se habla de que esta
descripción de un túnel de luz que conduce a una luz brillante aparece
en todas las culturas y países del mundo. Nótese la semejanza entre el
puente de Einstein-Rosen y las observaciones hechas por las numerosas
personas que han tenido una experiencia cercana a la muerte.
Las
observaciones obtenidas durante exploraciones extracorporales
controladas sugieren que el túnel de luz es la abertura de la membrana
de energía no física que separa la dimensión física de su vecina no
física paralela. El túnel de energía comúnmente observado durante una
experiencia cercana a la muerte es en realidad una abertura o grieta
temporal muy organizada en la membrana de energía no física y parece que
se abre automáticamente para que pasen las formas de vida. Después que
una forma de vida pasa al interior de una dimensión de energía de
frecuencia superior, la abertura del túnel vuelve a su forma original.
La
experiencia del túnel es mucho más significativa de lo que
generalmente se reconoce. No sólo aporta evidencias importantes de un
método lógico de transición para la consciencia después de la muerte
física, sino que coincide con las teorías de la física moderna
referentes a los universos paralelos y los agujeros de energía, al
igual que con mis observaciones acerca del universo multidimensional.
Ha llegado el momento de que la ciencia moderna investigue esta
realidad. Los millones de experiencias cercanas a la muerte y
extracorporales que ocurren en todas las culturas y sociedades del
mundo no pueden ser una coincidencia. Además, ya no pueden pasarse por
alto los incontables informes de túneles de energía procedentes incluso
de quinientos años atrás. La investigación científica de las
dimensiones paralelas de energía no físicas y de las aberturas de sus
túneles será un avance importante en la ciencia moderna, porque
conducirá a una verdadera comprensión de nuestro universo
multidimensional.
Aunque
los científicos siguen concentrándose en la materia externa, otro
grupo de personas intrépidas ha explorado el núcleo íntimo del
universo. Evitando los métodos científicos tradicionales, se han
aventurado mucho más allá de los límites de nuestra evolución
tecnológica actual y han ampliado las exploraciones humanas a áreas no
descubiertas. Y esto lo han logrado con una forma revolucionaria de
investigación: las exploraciones no físicas controladas por uno mismo
dentro de la subestructura invisible del universo. Los descubrimientos
logrados durante estas exploraciones no físicas han aportado
conocimientos revolucionarios acerca de la estructura invisible del
universo, de nuestra existencia y de nuestra continuidad después de la
muerte.
Según
lo observado en los viajes fuera del cuerpo, todas las dimensiones de
energía existen aquí y ahora. El universo visible e invisible es una
continuidad de frecuencias de energía. Cada dimensión existe en forma
independiente, de acuerdo con su frecuencia individual, aunque todas
están vinculadas por el flujo de energía no física. Cada dimensión de
energía está interconectada con sus vecinas formando un sistema
completo: el universo multidimensional. El físico David Bohm tuvo toda
la razón al observar que «la realidad es un todo indivisible». Todo el
universo multidimensional (de frecuencias) es un todo indivisible; no
existe una separación entre espacio y tiempo. Bohm se adelantó décadas a
su tiempo cuando dijo: «Nos dirigimos hacia una nueva noción de
totalidad que desmiente el análisis clásico del mundo en partes
separadas e independientes... La interconectividad cuántica del universo
es una realidad fundamental».
Olvide
todos sus conceptos espaciales de arriba y abajo, cerca y lejos. El
universo multidimensional completo está aquí y ahora. El concepto físico
que más se acerca a describir la estructura del universo es el grado
de densidad. Cada dimensión que encontramos después de dejar atrás el
cuerpo físico, tiene una solidez cada vez menos densa. Es posible
comparar al universo con un espectro de ondas energéticas de inmensa
profundidad y belleza. Experimentamos y observamos cada frecuencia del
espectro de energía como una dimensión separada y distinta; no obstante,
todas están interconectadas para formar un universo magnífico que se
extiende más allá del espacio, de la forma y de la solidez tal como las
percibimos.
Las
exploraciones fuera de cuerpo aportan sorprendentes evidencias nuevas
en el sentido de que el universo es una continuidad de energía que
emana de un origen no físico; las galaxias físicas que observamos a
nuestro alrededor son sólo la cubierta molecular densa del universo
total. Es difícil aceptar la existencia de este universo
multidimensional porque nuestras percepciones actuales de
espacio-tiempo y realidad nos dan puntos de referencia que no son
exactos.
Todas
las dimensiones de energía existen simultáneamente dentro de la misma
continuidad espacio-tiempo. Por ejemplo, cuando estoy fuera del cuerpo
ocupo el mismo espacio que una pared o un techo físico. No es la
distancia lo que me separa de la pared física, sino mi frecuencia
energética. Si reconocemos esto, llegamos a una aventura nueva y
emocionante.
CLASIFICACIÓN DEL UNIVERSO INVISIBLE
Mientras
la ciencia tradicional sigue concentrándose en la capa epidérmica y
densa del universo, la exploración y la clasificación de las dimensiones
invisibles ha comenzado sin aspavientos. A través del intenso proceso
de probar y equivocarse, algunas personas han dado un paso más allá de
la materia y de los límites de nuestra tecnología física actual. Las
observaciones efectuadas durante estas exploraciones no físicas arrojan
luz sobre un universo multidimensional de enorme profundidad y belleza.
Si
queremos comprender la estructura de las dimensiones invisibles,
debemos tener en cuenta la capacidad natural de respuesta que los
sutiles entornos energéticos no físicos tienen ante el pensamiento. Más
allá de la dimensión no física paralela (la primera), estamos
explorando un universo de energía interactivo que responde al
pensamiento. Sin embargo, una vez que reconocemos esta interacción
entre el pensamiento y la energía no física, podemos concentrarnos en
las semejanzas energéticas específicas de un nivel o área vibratoria
concreta. Esto se consigue clasificando el modo en que un entorno no
físico específico responde a la energía del pensamiento. Este tipo de
clasificación con base en la respuesta de la energía es mucho más
práctica que el concentrarse en el aspecto y las diferencias visuales
de las distintas dimensiones. Dos dimensiones vibratorias diferentes y
separadas pueden parecer sorprendentemente iguales, aunque sus
frecuencias vibratorias sean completamente distintas. Por ello, para
juzgar los entornos no físicos, no son adecuados los conceptos físicos
tradicionales. Para clasificar con eficacia el universo invisible,
debemos partir de una referencia o de un método de comparación nuevo.
El método más práctico es clasificar la capacidad de respuesta de un
área no física determinada ante el pensamiento.
La
gran mayoría de las realidades no físicas tienen una gran capacidad de
respuesta al pensamiento. En otras palabras, cuando nos separamos de
nuestros cuerpos y entramos a una dimensión no física, nuestros
pensamientos, tanto conscientes como inconscientes, inmediatamente
comienzan a interactuar con la energía sutil que nos rodea y comienzan a
reestructurarla. La capacidad de respuesta de las dimensiones internas
ante el pensamiento explica por qué los exploradores extracorporales
describen con tanta diversidad los entornos que presencian. Esta
situación se complica con la presencia de los incontables entornos y
realidades que existen dentro de cada dimensión individual del universo.
Aunque
en el universo hay una variedad ilimitada de entornos o ambientes
posibles, todos los entornos y las dimensiones no físicas parecen tener
ciertas semejanzas y diferencias. Cada dimensión o entorno está formado
por frecuencias o longitudes de onda específicas de energía. Además,
cada dimensión y cada entorno parece ser el resultado directo del
pensamiento. La capacidad natural de respuesta al pensamiento de las
dimensiones interiores ha creado gran parte de la confusión y el
misterio que rodea a los entornos internos. Tenemos una tendencia
natural a relacionar directamente las experiencias no físicas con puntos
de referencia físicos; todo lo comparamos con los objetos físicos que
conocemos. Sin embargo, las formas moleculares que nos rodean no son
una referencia válida. Los objetos y los sucesos físicos no son el
centro del universo, como muchos suponen, sino el resultado final de
una cadena de reacciones energéticas que ocurren en el interior
invisible del universo multidimensional.
Para
comprender la naturaleza del universo, debemos revalorar nuestros
conceptos actuales de solidez, energía y tiempo. Debemos mantener
nuestra mente abierta a un nuevo punto de vista de la realidad. A fin de
comprender verdaderamente la estructura de nuestro universo, debemos
investigar la causa invisible de la forma y de la solidez. Me parece que
la exploración extracorporal nos permite hacer exactamente eso.
La
información relacionada con las dimensiones no físicas es más valiosa
de lo que la mayoría de nosotros reconocemos. No sólo nos ayuda a
adaptarnos y a ajustarnos a nuestros entornos no físicos, sino que
también afecta notablemente nuestra existencia física actual.
Hasta
ahora, la gran mayoría de la humanidad ha muerto sin conocer con
anticipación su destino. La muerte se ha mantenido como un vacío oscuro;
esperamos cosas buenas y oramos por ellas, pero casi todos nos
acercamos a la transición de la muerte desconociendo absolutamente cuál
es nuestro destino. Hasta ahora la humanidad no ha tenido información
comprobable y directa del misterio de la vida después de la muerte ni de
las realidades no físicas que entonces se experimentan.
Las
experiencias extracorporales controladas cambian todo esto. En la
exploración no física, experimentamos los posibles entornos que serán
nuestro hogar futuro. En un sentido muy real, podemos examinar con
anticipación y familiarizarnos con nuestra morada futura.
LOS TIPOS DE ENTORNOS ENERGÉTICOS
Una
sola dimensión no física puede contener (y a veces ocurre así) tres
tipos principales de entornos energéticos: de consenso, no consensuado y
natural.
Un
ambiente de consenso es creado y conservado por los pensamientos de un
grupo de personas. Por ejemplo, los cielos de cada grupo religioso son
creados por los pensamientos y las creencias de sus respectivos
integrantes. Igual que todas las realidades, la consciencia del grupo
moldea los entornos de consenso. Muchos de los entornos de consenso son
extremadamente viejos y resistentes al cambio. Aunque parezca extraño,
las ciudades y las comunidades físicas son ejemplos de entornos
energéticos de consenso. Todas las ciudades y pueblos se desarrollan de
acuerdo con los pensamientos de sus habitantes. En esencia, la energía
del pensamiento humano usa vehículos biológicos para manipular y
moldear las moléculas físicas que nos rodean. El resultado son las
estructuras físicas temporales que observamos.
Durante
una experiencia extracorporal o cercana a la muerte, transferimos
nuestra noción de consciencia desde nuestro cuerpo físico a nuestro
cuerpo no físico de frecuencia superior. A esto lo denomino «moverse
hacia adentro». Uso el término movimiento porque esta transición
de energía a menudo se experimenta como una sensación de movimiento
interior. Cualquier referencia a un movimiento o exploración interior se
relaciona con el reconocimiento consciente de un área de energía
superior.
A
medida que exploramos hacia adentro y nos alejamos de la materia,
descubrimos que la primera dimensión no física es paralela al universo
físico y también es una realidad de consenso. Este ambiente de energía
tiene un aspecto tan físico que muchas personas piensan que están
contemplando el mundo físico. En realidad, observan la primera dimensión
energética interna del universo. Debido a que esta dimensión tiene la
frecuencia más cercana a la materia, se observa y se experimenta a
menudo durante las exploraciones extracorporales. Esta dimensión es un
ejemplo clásico de una realidad de consenso: su estructura es sólida y
estable dentro de su propia frecuencia vibratoria. En este ambiente
nuestros pensamientos, sin importar cuánto nos concentremos, afectan muy
ligeramente las estructuras de energía. Sin embargo, sí ejercen un
inmenso efecto en nuestro cuerpo de energía. Cuando pensamos en volar o
en caminar, podemos hacerlo. Esta diferenciación entre los cambios de
energía externos e internos (personales) es fundamental para comprender
la estructura inherente a una dimensión o entorno no físico. En un
entorno de consenso, nuestros pensamientos influyen en nuestra energía
personal, pero no en la que nos rodea. Los diversos cielos de los que
habla San Juan en la Revelación y Mahoma en el Corán son ejemplos
clásicos de entornos de consenso. Esas ciudades y estructuras no físicas
existen dentro de la segunda y tercera dimensiones de energía y la
consciencia grupal de millones de habitantes no físicos las moldean y
las conservan. Cuando entramos a esos entornos, nuestros pensamientos
no cambian las estructuras que se encuentran.
Un
ambiente no consensuado es aquél no moldeado firmemente por un grupo.
He encontrado que este tipo de entorno es el que más abunda. El aspecto
puede ser cualquier cosa que imaginemos: un bosque, un parque, una
ciudad, un mar, incluso un planeta entero. Los entornos no consensuados
se detectan fácilmente porque, aunque a menudo tienen un aspecto
similar al físico, son muy sensibles a los pensamientos concentrados y
cambian y se reestructuran con rapidez de acuerdo con los pensamientos
conscientes y subconscientes que están presentes en el área inmediata.
Si
se encuentra en un ambiente que cambia con frecuencia o parece
inestable, es probable que sea una realidad no consensuada. En este
caso, es importante que sepa que sus pensamientos, tanto conscientes
como inconscientes, probablemente han influido en la realidad que
experimenta. A menudo la mente subconsciente moldea las áreas no
conscientes para nuestro beneficio. Por ejemplo, si usted experimenta un
problema o bloqueo recurrente en su desarrollo personal, su mente
subconsciente o su yo superior moldeará un ambiente y una situación que
le permitirá afrontar ese bloqueo de una forma muy personal.
Esta
confrontación personal puede adoptar cualquier forma que nos ayude con
eficacia a experimentar y superar nuestros límites, nuestras barreras o
temores. Muchas personas informan que se ven proyectadas a una
situación que las prueba o las templa en un modo muy personal -a menudo
confrontando sus grandes temores o limitaciones. Por ejemplo, si usted
siente un inmenso temor a las alturas, puede verse escalando una
montaña o atravesando un puente estrecho. Un buen ejemplo de esto lo
detalla Robert Monroe en Journeys out-of-the-body (Viajes fuera
del cuerpo) describiendo sucesivos intentos de aterrizar un pequeño
avión en la punta de un edificio mientras está fuera del cuerpo.
Con
frecuencia los entornos no consensuados aparecen semejantes a nuestro
mundo físico normal o incluso suelen presentar un aspecto idílico;
normalmente se informa de parques, jardines y plácidas praderas verdes.
Me parece probable que esos espacios hayan sido creados por los
pensamientos de otras formas de vida no física que en el pasado
habitaron o exploraron esas zonas. A diferencia del mundo físico, una
vez formado un ambiente energético, puede durar siglos. Allí la
descomposición celular o molecular no es problema. Un solo pensamiento
creativo, firmemente sostenido, puede moldear un ambiente capaz de durar
casi indefinidamente; sin embargo, un pensamiento más fuerte (más
concentrado) puede alterar todo ese entorno en segundos. Recuerde que
todos los entornos son una forma de energía y que toda energía en cierto
grado responde al pensamiento.
Los
entornos energéticos naturales (en bruto) son áreas del universo que
aparecen sin una forma específica de ningún tipo. Estas áreas se
observan como vacíos brumosos, espacio vacío o sin elementos, áreas
abiertas formadas por nubes de energía blancas, plateadas o doradas.
Los
entornos energéticos naturales son muy sensibles a los pensamientos.
Cualquier idea enfocada moldea al instante el ambiente. Por ello es
importante conseguir cierto grado de control sobre nuestros
pensamientos. Nuestra evolución personal depende en gran medida del modo
en que concentramos, controlamos y dirigimos nuestra
energía-pensamiento. No importa la dimensión que habitemos, nuestra
responsabilidad personal sobre nuestros pensamientos y nuestras acciones
es absoluta. Todos los pensamientos son creativos, tanto los positivos
como los negativos y reestructuran el ambiente no físico inmediato.
Por ello los líderes espirituales han insistido siempre en temas como
«dar a los demás» y «amar al prójimo». Una vez que usted reconozca la
fuerza de sus pensamientos, nunca más generará o mantendrá una imagen
negativa o destructiva en su mente. Los pensamientos negativos y
limitantes son el verdadero enemigo que debemos enfrentar. En las
dimensiones internas del universo, nuestros pensamientos, buenos y
malos, influyen poderosamente sobre nuestro entorno inmediato. Esto se
observa y se experimenta durante la experiencia extracorporal.
Además
de los tres tipos de entornos que más prevalecen fuera del cuerpo,
existen otros dos. El primero, aunque rara vez se observa, parece estar
formado por dimensiones y entornos que existen más allá de la
energía-pensamiento. En la actualidad, pocos exploradores se han
aventurado conscientemente lo bastante lejos para darnos una descripción
o un modelo preciso de estas dimensiones. Debido a que no poseen forma
o estructura, se postula que estas áreas del universo existen más allá
del espacio, del tiempo y de la energía tal como los concebimos. Es
posible que estas dimensiones y sus habitantes no puedan ser descritas
mediante nuestros conceptos lineales. No obstante, estoy seguro de que
en las profundidades del universo interno existen entornos sin
pensamientos y sin formas.
El
otro entorno observado es un área que parece un duplicado de un
espacio vacío. Es un ambiente de energía extremadamente baja. Algunos
creen que este espacio no físico es un ambiente de consenso. Yo dudo
seriamente de esta teoría porque no se emiten radiaciones o vibraciones
energéticas perceptibles desde el espacio vacío mismo. Todas las
emanaciones energéticas perceptibles parecen ubicarse cerca de lugares
habitados. Me parece más probable que ese espacio «vacío» carezca de la
suficiente energía local para que lo afecten los pensamientos; como
resultado, conserva un estado relativamente constante.
También
debe señalarse que el espacio no físico vacío parece prevalecer cada
vez más, a medida que profundizamos y nos alejamos de la dimensión
física hacia el origen de toda la energía. Se desconoce la razón de
esto. Serán necesarias las observaciones de numerosos exploradores no
físicos antes de que lleguemos a una conclusión.
El
universo multidimensional no es sólo otra teoría; es un hecho
observable. Cuando ponga en práctica las técnicas extracorporales que
explico en este libro, usted mismo podrá verificar este descubrimiento.
Las experiencias que uno mismo inicia y controla nos dan una notable
oportunidad de explorar en lo profundo del universo invisible. La
atención científica actual sobre la actividad molecular densa cambiará
lentamente a una forma de investigación basada en la frecuencia. En el
siglo veintiuno, la ciencia comenzará a reconocer que las formas densas
que nos rodean son los vehículos externos de la energía y que todo el
universo físico es sólo una parte diminuta del esplendoroso universo
multidimensional.
LA SOLUCIÓN DE NUESTROS MÁS GRANDES MISTERIOS
La
exploración no física en la subestructura invisible del universo
aporta nuevas explicaciones a los numerosos misterios de la ciencia y
la religión. Los siguientes son algunos ejemplos.
Los fenómenos psíquicos
La
naturaleza multidimensional del universo explica lógicamente muchos de
los misterios actuales, como la percepción extrasensorial, la
telepatía, la precognición, la psicoquinesis, las apariciones y la
curación por la fe. De hecho, todos los fenómenos síquicos y
espirituales son un resultado directo de sutiles interacciones
energéticas que se dan entre la dimensión física y su contraparte
energética.
Por ejemplo, las apariciones y la actividad poltergeist son
simplemente el resultado natural de un habitante no físico que
disminuye su frecuencia (densidad) vibratoria personal para ser
observado o interactuar en forma temporal dentro la dimensión física más
densa. Estos y todos los sucesos «paranormales» son bastante comunes y
no deben extrañar en un universo multidimensional.
La curvatura del espacio-tiempo
De
acuerdo con la teoría de la relatividad de Einstein, la curvatura del
espacio está directamente relacionada con la materia. El espacio se
curva alrededor de los grandes objetos celestiales, como las estrellas.
Para comprender esto, piense en una esfera de plomo colocada sobre una
sábana muy estirada. La sábana (el espacio) forma una curva para alojar
la esfera. Después de décadas de intenso escrutinio, algunas de las
mentes más brillantes de la física moderna han validado matemáticamente
la teoría de Einstein. No obstante, la curvatura del espacio sigue
siendo un misterio deslumbrante.
Me
parece que ese misterio puede resolverse si exploramos lo más profundo
del núcleo invisible del universo. Según numerosos exploradores
extracorporales, la subestructura energética del universo físico es una
dimensión paralela de sutil energía no física. La dimensión física
exterior que observamos a nuestro alrededor está separada de esa
dimensión vecina de energía por una membrana energética invisible. Esa
membrana se observa a menudo durante las experiencias cercanas a la
muerte y se cree que forma una abertura temporal tipo túnel que permite a
la persona entrar en la siguiente dimensión energética.
Con
base en extensas observaciones no físicas, sostengo que la curvatura
del espacio es el resultado directo de la curvatura de las membranas y
de las dimensiones energéticas no físicas que sostienen el universo
visible. La dimensión física exterior (el universo visible) en realidad
se apega a la forma de la membrana energética invisible. Esta membrana
energética no física funciona como una pared celular interna, que
aporta el soporte y la subestructura necesarios para la existencia de
un universo (dimensión) físico exterior. Dado que la membrana
energética interior tiene una forma notablemente estable y flexible, es
probable que esa membrana energética proporcione. el soporte que necesitan los cuerpos celestes físicos.
Las membranas de energía
La
subestructura y el soporte del universo visible los proporciona una
serie de membranas energéticas no físicas. La membrana energética más
externa (la más densa) es paralela al universo físico.
Las
membranas energéticas están en los puntos de convergencia entre las
dimensiones y funcionan como fronteras de energía. Funcionan como las
paredes celulares biológicas, separan las diferentes frecuencias
energéticas una de otra. Por ejemplo, la primera membrana energética
interior separa la dimensión física exterior de su vecina energética
paralela pero invisible.
Todas
las membranas energéticas están estructuradas, aunque tienen una forma
y una solidez muy flexibles. Cuando se perforan o se entra en ellas,
normalmente adoptan la forma de una abertura o túnel lo bastante grande
para alojar el objeto que entra. Este efecto de túnel es un fenómeno
temporal.
Las
membranas vuelven rápidamente a su forma normal después que un objeto o
forma de vida las traspasa. Los millones de personas que han tenido
experiencias cercanas a la muerte han visto e informado de este efecto
temporal de túnel.
Cada
membrana energética proporciona el soporte, la estabilidad y la
subestructura para su vecino energético. Por ejemplo, la primera
membrana aporta el sistema de soporte energético para el universo
físico. Es la pared celular interna invisible que sostiene el universo
físico. Esta membrana energética invisible y la energía que la delimita
constituyen la «materia oscura» de las teorías de los astrónomos y los
físicos.
Cada
membrana proporciona un sistema muy organizado, estructurado para la
transferencia energética entre una dimensión de frecuencia superior
(menos densa) y sus contrapartes más densas. En cierto sentido, cada
membrana funciona como un filtro energético. La energía puede fluir
desde las áreas interiores del universo hacia las exteriores; sin
embargo, las formas atómicas y moleculares más densas no pueden penetrar
hacia el interior sin un cambio notable en su frecuencia (muerte).
Las
membranas energéticas proporcionan el soporte interior e invisible de
todo el universo multidimensional. El universo exterior y sus galaxias
simplemente no podrían existir sin este soporte energético.
El universo en expansión
En
1929, Edwin Hubble impresionó a la comunidad científica mundial con el
descubrimiento más importante de la astronomía moderna. Aportó
evidencias concluyentes de que el universo, hasta entonces considerado
un ambiente estático y estable, en realidad aumentaba de tamaño. Hubble
no sólo demostró que el universo se expande, sino que las galaxias
distantes se alejan de nosotros a velocidades aún mayores que las
cercanas.
Los
descubrimientos de Hubble continúan asombrando a los científicos.
Durante las últimas décadas se han presentado muchas teorías para
explicar la increíble expansión del universo. En la actualidad, los
astrónomos, los astrofísicos y los físicos teóricos han aceptado en gran
medida el big bang como la explicación lógica de esta
expansión. De acuerdo con la teoría del big bang, el universo comenzó
como una explosión inmensa hace unos quince mil millones de años. Esta
explosión creó la expansión del espacio que se observa ahora. Una idea
útil para aclarar la idea de un universo en expansión es considerar las
galaxias como puntos dibujados sobre un globo. A medida que se infla
el globo, se alejan unas de otras en todas direcciones. Pero las
galaxias en sí mismas no vuelan en el espacio, es el espacio el que se
expande.
En
nuestros días, casi todos los científicos suponen que el big bang es
la causa de la expansión actual de nuestro universo visible. Con base
en los datos científicos disponibles, esta parece una conclusión
lógica. Sin embargo, cuando profundizamos en el interior del universo,
descubrimos un sistema energético mucho más complejo del que reconocen
nuestras ciencias físicas modernas.
De
acuerdo con las observaciones obtenidas en forma extracorporal, la
subestructura interior del universo (las dimensiones interiores y las
membranas energéticas que las sostienen) aumenta de tamaño. Esta
expansión parece muy bien controlada y sistemática. Y lo que es más
importante, la expansión de las dimensiones interiores parece el
resultado directo de un proceso de conversión de energía que ocurre en
las dimensiones invisibles que responden al pensamiento y que existen
más allá de la segunda dimensión no física. Parece que los conductos
energéticos externos (los agujeros negros) ubicados por todo el universo
controlan esta expansión.
Una
cosa es cierta. Décadas de exploraciones no físicas y millones de
experiencias cercanas a la muerte apuntan de manera insistente hacia una
conclusión única: la subestructura del universo físico es una forma
sutil de energía que nuestra tecnología física actual no puede detectar.
Esta energía invisible está muy bien organizada y estructurada y sirve
de apoyo al universo físico exterior. La increíble cantidad de
interdependencias que existen entre las dimensiones no físicas
invisibles y la corteza física exterior apunta hacia un sistema
energético mucho más complejo del que la tecnología y la ciencia
modernas son capaces de observar.
Aunque
la causa implícita de la expansión del universo multidimensional sigue
siendo un misterio, es evidente que reacciones invisibles, no físicas,
influyen en la expansión física que observamos en la actualidad. La
teoría del big bang es una conclusión superficial basada en
observaciones físicas incompletas. En realidad, muchas de nuestras
teorías científicas basadas en aspectos físicos acerca del cosmos, la
evolución y la estructura de la materia carecen de visión. Esto ocurre
porque los teoremas científicos actuales se basan totalmente en las
observaciones físicas y en la especulación física. Un ejemplo clásico de
esta falta de visión es la suposición científica sostenida desde hace
mucho tiempo en el sentido de que la consciencia es el resultado
directo de las reacciones químicas y eléctricas que ocurren en el
cerebro.
Cuando
reconocemos la estructura multidimensional del universo, comprendemos
que las observaciones físicas por sí solas no son adecuadas. Las
galaxias que nos rodean no son la totalidad del universo, como
suponemos, sino sólo la capa molecular o la dimensión externa y densa
del mismo. El volumen del universo visible abarca menos de una milésima
parte del universo multidimensional. Está claro que cualquier
conclusión o teoría científica basada sólo en la observación de la
materia se desarrolla partiendo de datos incompletos. Cada nueva
exploración no física hacia el interior del universo apoya esta
observación. Preguntemos a los millones de personas que han tenido
experiencias extracorporales o cercanas a la muerte y todos
coincidirán: el universo es mucho más amplio y complicado de lo que la
ciencia física actual puede asimilar o explicar. A medida que más
personas tengan experiencias extracorporales o cercanas a la muerte, la
realidad del universo multidimensional y sus reacciones energéticas se
reconocerá como un hecho observable.
Los agujeros negros
Un
agujero negro es una zona del espacio supuestamente tan densa que su
gravedad atrae toda la materia circundante, incluyendo la luz. Hay
varias teorías relacionadas con los agujeros negros. Algunos científicos
creen que son «puentes» u «orificios» hacia otros universos. Otros
sugieren que los agujeros negros pueden ser caminos hacia el pasado o el
futuro, mientras que otros más consideran que conducen a la nada.
En
años recientes, una impresionante cantidad de físicos, matemáticos y
astrónomos han expresado la idea de que los agujeros negros son túneles
entre las dimensiones que conducen a otro universo de energía. Kruskal,
Szekers, Kerr, Reissner, y Nordstrom han desarrollado mapas
conceptuales que vinculan los agujeros negros con universos paralelos
invisibles. Estas teorías de los agujeros negros no son especulaciones
desenfrenadas, sino conceptos que los astrónomos y los físicos modernos
toman muy en serio.
Con
base en las observaciones extracorporales considero que los agujeros
negros funcionan como conductos de energía entre el universo físico y
las dimensiones internas. Estos conductos de energía son necesarios para
equilibrar la energía generada entre las dimensiones internas y el
universo físico exterior.
En
el futuro, la ciencia podrá comprobar que los agujeros negros no son
sucesos aleatorios de la naturaleza, sino un sistema de conversión de
energía bien organizado y estructurado. La ciencia validará esta teoría
cuando descubra que los agujeros negros están ubicados estratégicamente
en el centro de cada galaxia. A medida que el universo sigue
expandiéndose, cada vez es más necesario que se desahoguen y se
equilibren las fuerzas multidimensionales exteriores. Creo que los
agujeros negros se crean por medio de una abertura descomunal en la
membrana energética de la dimensión interior. Esta abertura o grieta en
la membrana energética crea una abertura en el universo visible
exterior. En el siglo XXI descubriremos que los agujeros negros son una
parte integral del sistema universal de transferencia de energía. No
sólo atrapan todas las partículas (incluyendo la luz) de su campo
gravitatorio, sino que también emiten enormes cantidades de energía
indetectable por la tecnología actual. La energía invisible que fluye
por tales conductos es esencial para el mantenimiento, la estructura y
la estabilidad general de las galaxias físicas.
El efecto túnel
Hace
años los físicos descubrieron que las partículas elementales, por
ejemplo los electrones, pueden atravesar barreras que se consideraban
infranqueables, volviéndose a materializar luego al otro lado de dicha
barrera. Con base en el conocimiento científico tradicional de la
realidad subatómica, esto es imposible. El físico Heinze Pagels de la
universidad Rockefeller denomina a esta extraña rematerialización
«atravesar la pared». Este desplazamiento sin explicación de las
partículas subatómicas se conoce actualmente como el efecto túnel.
Me
parece posible que el efecto túnel sea el resultado de que las
partículas elementales se muevan en el universo multidimensional y
vuelvan después a surgir en un área diferente del universo físico. Dado
que cada partícula de materia (subatómica o molecular) ya existe como
una unidad multidimensional de energía, este proceso de desaparición no
debería extrañar, y no sólo en la física, sino en el reino de la
consciencia humana. En un sentido muy real, las experiencias
extracorporales y cercanas a la muerte son el resultado del efecto túnel
sobre la consciencia, yendo ésta a niveles energéticos invisibles del
universo multidimensional y volviendo después a su forma física.
Existe
una conexión inequívoca entre el efecto túnel, los universos
paralelos, la materia negra, los agujeros negros y la curvatura del
espacio-tiempo. Todos estos temas son el resultado directo de las
interacciones invisibles de energía que tienen lugar en el universo
multidimensional. De hecho, todos los fenómenos subatómicos y celestes
son el resultado de ondas energéticas no físicas que salen del interior
invisible del universo. En esencia, todo el universo físico no es 125
sino la frágil cubierta molecular exterior de una monumental continuidad
de energía creada y sostenida por ondas energéticas no físicas.
La teoría cuántica, la existencia de los agujeros negros, el Puente de
Einstein-Rosen y la naturaleza de las ondas o partículas de la luz
confirman esta observación.
LA FÍSICA CUÁNTICA Y EL MISTICISMO
Entre
la física cuántica y el misticismo hay una innegable relación. A
medida que la física evolucione reconociendo la naturaleza del
universo, la conexión se hará cada vez más evidente. Es lógico que los
científicos investiguen y analicen la información presentada en los
libros más recientes sobre la nueva física, así como las experiencias
extracorporales y cercanas a la muerte. A medida que asimilemos y nos
acostumbremos a este amplio conjunto de conocimientos, comenzaremos a
ampliar nuestra consciencia más allá de las percepciones físicas
actuales.
El
paso de la curiosidad intelectual a la experiencia directa es el
siguiente movimiento que habremos de efectuar. Si queremos llegar a
conocer alguna vez las respuestas, debemos seguir los pasos de los
místicos, pero conservando la curiosidad intelectual de los físicos.
La conexión entre la nueva física y el misticismo fue expuesta con gran habilidad en El Tao de la Física de Fritjof Capra, La danza de los maestros Wu Li y El misticismo y Física Moderna de
Michael Talbot. Yo me propongo llevar esta exploración un poco más
allá. Las observaciones y las comparaciones intelectuales son sólo el
paso preliminar para comprender el verdadero significado de los nuevos
conceptos de física y misticismo. Los libros mencionados han preparado
el escenario para el siguiente salto evolutivo importante de la
consciencia humana: el traslado de la consciencia desde los densos
vehículos moleculares de la materia a la exploración consciente de las
dimensiones paralelas no físicas del universo. Sin duda este es el paso
evolutivo que todos seguimos. El nacimiento, la muerte y nuestra
existencia física actual son elementos integrales de nuestro viaje
evolutivo. Cada día estamos más cerca de dejar nuestro vehículo
biológico y de entrar a un nuevo reino de energía y luz de frecuencias
superiores. Realizando las técnicas y asimilando la información
presentada en los capítulos siguientes, cada uno de nosotros tiene la
oportunidad de ir más allá del análisis intelectual y experimentar por
sí mismo la verdad de todo esto.
La exploración extracorporal controlada no sólo amplía nuestra visión del universo; también nos permite comprender nuevas áreas:
1.
La realidad es relativa. La realidad que experimentamos está
directamente relacionada con la frecuencia energética del observador.
Experimentamos las frecuencias energéticas más cercanas a nuestra
densidad o frecuencia vibratoria personal.
2.
La consciencia es una forma de energía no física que extiende su
influencia sobre la materia utilizando para ello vehículos biológicos.
3.
Todas las formas biológicas de vida (incluyendo las plantas y los
animales) son vehículos celulares temporales que la energía consciente
(la consciencia) utiliza para expresarse en un ambiente denso.
4.
Nuestra percepción actual de que la consciencia está dentro del cuerpo
físico es incorrecta. La consciencia existe en una frecuencia o
longitud de onda mucho más elevada que la materia y debe interactuar
con las formas biológicas mediante el uso de conductos energéticos o
vehículos de forma. Estos vehículos energéticos invisibles transfieren y
asientan la frecuencia de la consciencia a un cuerpo físico
relativamente denso.
5.
El cerebro biológico no es el origen de la consciencia. En lugar de
ello, funciona como un dispositivo temporal de transferencia y
almacenamiento de la consciencia.
6. La consciencia es una continuidad de energía no física que se extiende por numerosas frecuencias (dimensiones) del universo.
EVOLUCIÓN DE LA CIENCIA
La
evolución de nuestras ciencias refleja la evolución de la consciencia
humana. Si examinamos el avance experimentado por la física en el siglo
XX, apreciaremos con claridad su desarrollo desde los conceptos y las
teorías de las partículas hasta las observaciones y los descubrimientos
no físicos (basados en las frecuencias). La progresión es muy evidente
si nos damos cuenta de que las partículas subatómicas más
recientemente descubiertas (los quarks) se comportan como frecuencias.
El reconocimiento cada vez más amplio de la naturaleza frecuencial de
las partículas elementales es un paso necesario en la ruta evolutiva
hacia el descubrimiento científico culminante: la estructura
multidimensional de la materia y del propio universo. La siguiente
tabla muestra un breve panorama de esta evolución.
Evolución de la física desde las partículas (físicas) hasta las ondas de frecuencia (no físicas)
1897 Descubrimiento del electrón
1900 Hipótesis cuántica (Max Planck)
1905 Teoría de los fotones (Einstein)
1905 Teoría especial de la relatividad (Einstein)
1908 El espacio-tiempo (Hermann Minkowski)
1911 Descubrimiento del núcleo
1913 Modelo de órbitas especiales del átomo (Niels Bohr)
1915 Teoría general de la relatividad (Einstein)
1924 Ondas de la materia (Louis de Broglie)
1924 Primer concepto de las ondas de probabilidad (Nils Bohr, H. A. Kramers, John Slater)
1925 Principio de exclusión (Wolfgang Pauli)
1925 Mecánica de matrices (Werner Heisenberg)
1926 Interpretación de las probabilidades de la función de ondas (Max Born)
1926 Ecuación de las ondas de Schrödinger (Erwin Schrödinger)
1926 Integración de la mecánica de matrices con la mecánica de ondas (Schrödinger)
1927 Interpretación de Copenhague de la mecánica, cuántica: no hay una realidad profunda: la
observación afecta la realidad
1927 Principio de incertidumbre (Werner Heisenberg)
1927 Experimento de Davisson-Germer (Clinton Davisson, Lester Hermer)
1928 La antimateria (Paul Dirac)
1932 Descubrimiento del neutrón
1932 Descubrimiento del positrón
1932 La lógica cuántica (John von Neumann)
1935 Documento del Puente de Einstein-Rosen (Albert Einstein, Boris Podolski, Nathan Rosen)
1935 Predicción del mesón (Hideki Yukawa)
1947 Descubrimiento del mesón
1949 Diagramas de Feynman (Richard Feynman)
1947-1954 Descubrimiento de dieciséis nuevas partículas semejantes a ondas
1957 Interpretación de los múltiples mundos de la mecánica cuántica (Hugh Everett)
1958 Hipótesis de la membrana en un solo sentido (David Finkelstein)
1961 Mapa de un agujero negro hacia un universo paralelo (Martín Kruskal)
1962 Descubrimiento de los quasares
1963 Un agujero negro giratorio conecta a una serie infinita de universos paralelos (Roy P. Kerr)
1964 Hipótesis de los quarks
1964 Teorema de Bell (J. S. Bell)
1970 Orden entrelazado (David Bohm)
1971 Conexiones no locales (Teorema de Bell) (Henry Stapp)
1972 Experimento de Freedman-Clauser (Stuart Freedman, John Clauser)
1974-1977 Descubrimiento de doce nuevas partículas semejantes a ondas
1982 Experimento de Aspect (Alan Aspect)
1993 Las ondas gravitacionales (Huise y Taylor)
En
el siglo XXI, la ciencia reconocerá que la subestructura del universo
es realmente una continuidad no física de energía. Este reconocimiento
iniciará un renacimiento de descubrimientos científicos relacionados
con la estructura invisible de la materia y del propio universo.
La
exploración científica no física abrirá las puertas a un nuevo mundo
de oportunidades y conocimientos. Desde la Astrofísica hasta la
Filosofía, las observaciones y las conclusiones científicas
establecidas volverán a examinarse y valorarse. El nuevo conocimiento
obtenido de la exploración extracorporal científica vitalizará todas
las ciencias para ver más allá de las formas moleculares densas y
atisbar en lo más íntimo de la materia.
Nuestros
datos científicos actuales son en gran parte resultado de
observaciones de moléculas. Las sutiles estructuras subyacentes siguen
ocultas. El método científico tradicional y su dependencia de la
tecnología física terminarán por evolucionar y por generar una fusión
de las técnicas de investigación físicas y no físicas. En el siglo XXI,
el estudio de la interacción de la tecnología física y la consciencia
humana será una ciencia en sí misma.
Imagine
lo que podría obtenerse si se capacitara a un equipo de reconocidos
científicos para hacer exploraciones extracorporales. Los físicos
podrían observar personalmente los elementos básicos de la materia jamás
analizados hasta ahora. Los investigadores médicos podrían explorar
las fuerzas energéticas invisibles que provocan los cánceres, el SIDA,
la degeneración y los trastornos celulares. Los químicos podrían
documentar la energía invisible que determina y controla los cambios
celulares. Los biólogos podrían estudiar la esencia misma de la vida
física, y los psicólogos explorarían los reinos invisibles de la mente.
En
la actualidad existen miles de investigadores brillantes y ansiosos
por explorar la estructura invisible de la materia. Muchos de ellos
sienten una gran curiosidad por observar más allá de los límites
actuales de la tecnología y buscan una oportunidad para ampliar su
visión más allá del laberinto de las teorías cuánticas. Sólo la
consciencia puede observar y registrar las numerosas complejidades del
espacio-tiempo y las realidades creadas por la mente. Ahora se ha
abierto una puerta para quienes tengan el valor de alejarse de sus
preconcepciones físicas y explorar los reinos cuánticos de la energía.
El reconocido físico Fred Alan Wolf concluye su libro Parallel Universes (Universos paralelos) con este planteamiento:
La
mente humana es el laboratorio de la nueva física. Se ha sincronizado
con el pasado y el futuro, convirtiendo las realidades probables en
certezas existenciales. Es un sueño observarse a sí mismo. Presenciar
cuando uno despierta en este mundo. Observar la acción de observar. Si
logramos el valor suficiente para adentrarnos en este mundo con la
consciencia como aliada nuestra, a través de los sueños y los estados
alterados de consciencia, podremos modificar el holograma aportando más
«luz» consciente a los mundos que coexisten con el nuestro.
Es
el momento de acelerar el proceso de iluminar el holograma, de
introducir el poderoso láser de la consciencia. Es el momento de conocer
este universo por primera vez.
UNA CONTINUIDAD DE CONCIENCIA
Un
misterioso estremecimiento embarga a quienes no son matemáticos cuando
oyen hablar de cosas «tetradimensionales» y no es probable que este
sentimiento lo despierten sus ideas sobre lo oculto. Sin embargo, es
perfectamente válido declarar que el mundo en que vivimos es una
continuidad tetradimensional.
ALBERT EINSTEIN
La
consciencia es una continuidad que se extiende desde el despertar
físico, pasando por estados progresivos de consciencia hasta áreas no
físicas del universo, más allá de nuestra visión científica actual. Esta
continuidad de la consciencia es tan grande y diversa como el propio
universo; cada vez que «nos quedamos» dormidos llevamos nuestra
consciencia hacia el interior de esa continuidad. Cada sueño, cada
meditación y cada sesión de hipnosis es un atisbo parcial en nuestra
continuidad personal de consciencia. El hecho de reconocer esto es un
avance importante en nuestra evolución. Es natural que primero debamos
explorar los diferentes estados de consciencia experimentados durante el
sueño, la meditación y los ensueños antes de que comencemos a
reconocer que dichos estados están vinculados por un flujo de
consciencia común.
Todos
los estados de consciencia están conectados; incluso la muerte es el
movimiento de la consciencia de un área de la continuidad- a
otra. La continuidad de la consciencia no es sólo otra teoría, sino un
hecho que cada uno de nosotros puede observar y comprobar por sí mismo.
Las experiencias extracorporales controladas nos brindan una
oportunidad única de explorar directamente esa continuidad de energía.
En cierto modo, nuestra consciencia es como una luz que tiene la
capacidad natural de iluminar cualquier parte del universo. Cuando
concentramos nuestra luz en una zona, esa área del universo se vuelve
consciente y real para nosotros.
Todo
el movimiento de la consciencia es hacia el interior del universo. Los
estados de consciencia que experimentamos son sólo una fracción del
total. La continuidad se extiende mucho más allá de nuestra comprensión
actual.
Los
estados de consciencia mencionados en el esquema no son la continuidad
misma, sino nuestros modos o métodos de percibir esa continuidad de
consciencia. Es obvio que los diferentes estados de consciencia, como la
meditación, la hipnogosis y la hipnosis, se combinan y existen en
forma distinta para cada persona. Por ejemplo, los estados meditativos
pueden existir en todo el espectro de la continuidad de la consciencia,
pero casi todas las personas experimentan sólo un plácido estado de
relajación que ocurre en el intervalo de la luz alfa. La gran mayoría de
quienes practican la meditación no son expertos, capaces de controlar y
ampliar su consciencia a voluntad.
Es
importante reconocer que nuestros estados de consciencia individuales
existen como percepciones o segmentos de un total. Este reconocimiento
es el primer paso importante para comprender la esencia y el
funcionamiento de la consciencia. Tal comprensión es de vital
importancia porque todos los misterios de nuestra existencia y el
universo mismo están relacionados con la consciencia. Esta herencia se
confirmará en el futuro cercano cuando se descubra que nuestra
consciencia individual es un microcosmos del propio universo. Los sueños
y las experiencias extracorporales y cercanas a la muerte son una
forma de reconocer nuestra conciencia, dejando atrás el punto de vista
físico y explorando la continuidad de consciencia no física. Este
concepto de una consciencia humana que se desplaza por un universo
invisible tiene cada vez más partidarios. El físico y escritor Fred
Alan Wolf plantea que los sueños lúcidos son en realidad visitas a
universos paralelos. Ha insistido en que la frase «consciencia de un
universo paralelo» sería una mejor forma de designar a los sueños
lúcidos.
Me
parece que los estados de consciencia que tenemos en la actualidad son
una fracción mínima de la continuidad que experimentaremos después de
que desechemos en forma permanente nuestros cuerpos físicos. Cada año,
millones de experiencias extracorporales y cercanas a la muerte aportan
evidencias convincentes de que esto es cierto. Las observaciones
extracorporales obtenidas demuestran que nuestros conceptos actuales de
consciencia son muy limitados. Los estados de consciencia basados en lo
físico son relativamente burdos, cuando se comparan con los estados no
físicos. Una vez que trascendemos nuestros vehículos biológicos,
tenemos libertad para experimentar la esencia ilimitada de nuestra
consciencia. La continuidad de la consciencia se extiende hacia el
interior de lo más íntimo del universo; más allá de los límites densos
de nuestra visión existen niveles y frecuencias de vida y realidades no
físicas interminables. Cada uno de nosotros tiene mucho que explorar:
nos esperan mundos de luz y belleza increíbles. Para experimentarlos,
simplemente debemos ampliar nuestra consciencia más allá de nuestro
cuerpo físico y explorar nuestra continuidad de consciencia individual.
LA EVOLUCIÓN DE LA CONCIENCIA
Nuestro
actual concepto de evolución se deriva de la teoría darwiniana, según
la cual los organismos biológicos se adaptan y cambian en respuesta a
las circunstancias físicas del ambiente que los rodea. Esta teoría, que
se basa totalmente en los cambios observados en los organismos
biológicos, ha persistido como base científica de la evolución durante
más de cien años.
Los
millones de experiencias extracorporales identificadas aportan
evidencias convincentes de que nuestra evolución es mucho más compleja
que los cambios biológicos que observamos a nuestro alrededor. De hecho,
han traído una visión completamente nueva de la evolución, más
completa que cualquier teoría anterior existente en toda la historia de
la humanidad. Con base en las exploraciones no físicas, podemos
afirmar que la evolución es el desarrollo progresivo de la energía
consciente (el alma) mediante el uso de vehículos de expresión
biológicos y temporales. El nacimiento y la muerte biológicos son sólo la entrada y la
salida de la consciencia a esta densa dimensión externa de energía.
Los cambios observados en los organismos biológicos son sólo un efecto
secundario, creado por el desarrollo invisible de la consciencia.
En
la actualidad, quienes defienden la teoría de la evolución observan y
registran sólo los cambios físicos externos de lo que ocurre a nuestro
alrededor, mientras que las modificaciones verdaderamente importantes
siguen siendo invisibles. Cada día encontramos nuevas situaciones que
nos moldean psicológicamente. Cada problema físico es una nueva
oportunidad para crecer; cada apuro nos ayuda a desarrollar nuestras
cualidades interiores de valor, amor y compasión; cada nuevo desafío es
una oportunidad para aprender. En cierta forma, todos usamos la materia
como herramienta de transformación. Nuestros cuerpos biológicos son
vehículos temporales para expresar y experimentar este denso reino de la
materia. El solo acto de asumir una forma física y ser humanos es un
elemento integral de nuestro desarrollo. Cada uno de nosotros
experimenta en la actualidad el más eficaz sistema de crecimiento jamás
diseñado: la evolución mediante la experiencia personal directa, por el
simple hecho de ser.
Cada
uno de nosotros dejará a un lado en forma temporal su vehículo
biológico y seguirá evolucionando. Todos participamos activamente en un
sistema evolutivo que se extiende más allá de los estrechos límites de
nuestra visión física. Tanto el nacimiento como la muerte son elementos
esenciales de nuestro progreso: son una entrada y una salida de la
consciencia al campo de juego molecular de la evolución.
Durante
los últimos veinte años han surgido nuevas explicaciones en relación
con nuestra existencia espiritual. Hace dos décadas, temas como las
experiencias cercanas a la muerte y los viajes fuera del cuerpo, los
universos paralelos, las múltiples dimensiones y los túneles de energía
entre dos universos resultaban ajenos a la gran mayoría de las
personas. En la actualidad, se habla de estos temas en los hogares de
todo el mundo. En una sola generación, nuestro concepto de la realidad
ha sufrido un cambio notable. Esta alteración proseguirá a medida que
abramos nuestras mentes a una nueva visión de nosotros mismos y de
nuestra existencia.
En
la historia de la humanidad, muchas personas moldearon la evolución de
la consciencia humana. A continuación cito a algunas personas que en
las últimas décadas han influido en la evolución de la consciencia
grupal de nuestra especie. El proceso de la evolución humana se
acelerará en el próximo milenio a medida que ampliemos nuestra búsqueda
de respuestas más allá de los densos límites de la materia.
En 1975, el libro Life afier life (Vida
después de la vida) del Dr. Raymond Moody despertó el interés
internacional en el tema de la vida después de la muerte y las posibles
realidades no físicas. La obra pionera de Moody sobre los estados de
percepción cercanos a la muerte y alterados sigue estimulando a millones
de personas en todo el mundo. Desde 1975, la abrumadora aceptación de
sus numerosos libros ha abierto un campo completamente nuevo de estudio
e investigación. La obra de Moody ha afectado sobre todo a la
comunidad médica y ha preparado el escenario para cientos de
investigadores médicos -entre ellos los Drs. Melvin Morse y Brian
Weiss- animándolos a ahondar en los numerosos misterios de las
experiencias no físicas. En gran medida, su obra legitimizó todo el
tema de la investigación no física y la exploración del universo
invisible.
Las
investigaciones de Moody han servido para iniciar un cambio
significativo de las ideas, tanto conscientes como inconscientes.
Kenneth
Ring, Stuart Twemlow, Bruce Greyson y otros médicos visionarios
estimularon la evolución de la especie humana al investigar los informes
de experiencias cercanas a la muerte y extracorporales procedentes de
todo el mundo. Sus investigaciones y explicaciones han ayudado a
legitimizar el tema de las experiencias no físicas, con lo cual han
preparado el escenario para nuevas experiencias.
Brian
Weiss ha contribuido a que la terapia de regresión a vidas anteriores
sea aceptada mundialmente como un valioso recurso terapéutico. Cada vez
más psicólogos y psiquiatras incorporan técnicas de regresión en sus
prácticas diarias. La obra de Weiss es un avance importante para
reconocer la relación entre los estados de consciencia no físicos y
nuestra existencia física actual. Además, sus libros insisten en la
importancia de obtener conocimientos sobre nosotros mismos.
John
Stuart Bell, el físico irlandés que desarrolló el teorema de la
interconexión, demostró que todas las partículas de la materia están
conectadas por una fuerza invisible (no local). Sus trabajos influyeron
notablemente en la dirección que tomó la física moderna. Muchos físicos
creen que el teorema de la interconexión es uno de los descubrimientos
más importantes del siglo XX.
Hugh
Everett, Roy Kerr, Martín Kruskal y otros físicos y matemáticos han
desarrollado teorías y mapas conceptuales que suponen la existencia de
incontables universos paralelos tan reales como el nuestro. Esta idea de
los mundos de energía paralelos ha influido en quienes desarrollan
teorías cuánticas, astrofísicos y astrónomos de todo el mundo.
Cineastas como Steven Spielberg, a través de películas como E. T y Encuentros en la tercera fase, reducen nuestros temores a lo desconocido y nos abren nuevas posibilidades más allá de nuestras percepciones físicas.
Las
claras explicaciones de Gary Zukav acerca de la relación entre la
Física y la consciencia, así como su búsqueda de un sentido y propósito
para la vida han influido en millones de personas.
El
mensaje definido de Shakti Gawain sobre la importancia de la
visualización creativa ha afectado a millones de personas en todo el
mundo.
El
físico y escritor Fred Alan Wolf ha presentado y aclarado los
conceptos de los universos paralelos y la realidad generada por la
consciencia a la comunidad científica y a la población en general.
Los
doctores Wayne Dyer, Bernie Siegel, Deepak Chopra y muchos otros nos
han demostrado con sus ideas y sus obras la importancia de la conexión
entre el cuerpo, la mente y el espíritu.
Más
de quinientos millones de personas han contemplado las vívidas y
estimulantes formas en que Bruce Joel Rubin representa la vida, la
muerte y las dimensiones energéticas invisibles (La escalera de Jacob, Fantasma, Mi vida).
El vigorizante mensaje de Norman Vincent Peale acerca del pensamiento positivo y su efecto sobre la materia y la vida nos ha afectado a todos.
Albert
Einstein llevó el pensamiento y las teorías científicas más allá de la
física newtoniana hacia los vastos reinos del espacio-tiempo curvo y
los puentes energéticos hacia otros universos. Al hacerlo, preparó el
escenario para el surgimiento de la física cuántica moderna, el concepto
de los universos paralelos y la interpretación de los mundos
ilimitados.
David
Bohm, otro físico visionario, ha originado numerosas ideas
relacionadas con la realidad generada por la consciencia y las
subestructuras energéticas invisibles. Los conceptos que ha aportado a
la física moderna son un paso intelectual importante hacia el
reconocimiento de la naturaleza multidimensional del universo. Su agudo
intelecto ha inspirado a toda una generación de físicos animándolos a
buscar las respuestas a la realidad más allá de las partículas de la
materia.
Cuatro
excelentes escritores, Nick Herbert, Michael Talbot, Heinze Pagels y
Fritjof Capra, han influido en la evolución de la consciencia humana
describiendo con claridad la conexión entre la nueva física, la
metafísica, la religión y la consciencia.
Robert
Monroe ha contribuido a presentar el tema de la exploración
extracorporal a millones de personas en todo el mundo. Sus libros y su
organización, el Monroe Institute, ofrecen actualmente capacitación,
información, apoyo y clases sobre la ampliación de la consciencia y la
exploración no física.
Paul
Twitchell es el fundador de ECKANKAR. Sus numerosos libros (más de
treinta) presentan y detallan la influencia histórica que la exploración
extracorporal tiene para la evolución de la raza humana. Considerado
como uno de los maestros modernos de los viajes extracorporales, ha
contribuido a presentar el tema de las exploraciones no físicas a gentes
de todo el mundo.
Productores
cinematográficos como George Lucas y Gene Rodenberry han contribuido a
ampliar la imaginación humana más allá de la visión de la realidad
limitada a la Tierra. Sus imágenes del futuro nos estimulan a todos a
ver más allá de los densos límites que ahora experimentamos.
Los
escritores de ciencia ficción, como grupo, son algunos de los
visionarios de más talento. Quienes pretendan ponerlo en duda, deben
recordar los inverosímiles relatos de julio Veme; sus submarinos, sus
naves espaciales y sus exploraciones lunares que en su momento fueron
consideradas ideas desquiciadas.
Betty Eadie, la autora de Embraced by the light (Abrazada
por la luz), y otros que se han atrevido a compartir sus experiencias
cercanas a la muerte seguirán moviendo la consciencia colectiva de la
humanidad. Sus conmovedoras narraciones de viajes en las esplendorosas
dimensiones invisibles del universo han provocado debates e interés
sobre los conceptos de las realidades no físicas y sobre el lugar que
ocupamos en el universo. Estos relatos de exploraciones no físicas en
las dimensiones interiores del universo representan algo más que una
reconfortante evidencia de nuestra inmortalidad. Millones de personas
cobran consciencia de que las respuestas a los misterios de nuestra
existencia están a nuestro alcance. Surge una pregunta importante: si
algunos de nosotros podemos experimentar y explorar los reinos no
físicos de universo, ¿por qué no podemos hacerlo todos? Comprender esto
es un paso fundamental en el desarrollo de la raza humana. Este proceso
de cambio es inevitable, debido a que en algún momento todos
abandonaremos nuestros vehículos biológicos y penetraremos en las
dimensiones no físicas del universo. Lo importante de estas
exploraciones no físicas hacia el interior del universo no son los
propios relatos, sino el hecho de comprender que tales exploraciones son
posibles y asequibles para todos nosotros.
A
medida que la consciencia siga evolucionando, más personas llegarán a
dar nuevas y osadas explicaciones de la naturaleza de la realidad y del
propósito de nuestra existencia. Incontables personas con distintos
estilos de vida influirán en nuestra evolución: escritores, músicos,
inventores, sanadores, productores y directores de cine. A menudo no
tendrán consciencia del impacto que tienen en la sociedad. Sus ideas e
imágenes salen al mundo como rizos en la superficie de un estanque,
creando un ligero movimiento de ideas y de consciencia para millones de
personas. Por ejemplo, a primera vista, las películas E. T, Cocoon y Ghost parecen
despreocupadas aventuras fantásticas; sin embargo, casi dos mil
millones de personas las han visto y han entrado en contacto con un
nuevo punto de vista sobre áreas de la vida desconocidas y sin explorar
por la ciencia moderna. Muchos de ellos sustituyeron su temor a lo
desconocido por una sensación de asombro y expectación positiva. Las
ideas comunicadas por estas y otras cintas han influido en el
inconsciente colectivo de toda nuestra especie. Sus imágenes positivas y
estimulantes redujeron ligeramente nuestro temor a lo desconocido,
tanto consciente como inconsciente.
En
el siglo XXI, nuevas formas de entretenimiento y creación de imágenes
nos conducirán al interior de los niveles no físicos del universo. Esta
será una evolución gradual desde las películas tradicionales hasta
aventuras cada vez más interactivas que incluyan tecnología de realidad
virtual. En el siglo XXI, la programación de realidad virtual se
convertirá en un popular trampolín para exploraciones extracorporales
controladas hacia el interior del universo. A medida que avancemos, se
hará evidente que la evolución de la tecnología y de la consciencia
humana se relacionan en modos mucho más complejos de lo que nuestra
actual comprensión puede abarcar. Llegará un momento en que cada uno de
nosotros evolucione más allá de la crisálida de la materia y explore el
interior de las dimensiones no físicas del universo.
LA EVOLUCIÓN FUTURA
En
los recientes años de mis exploraciones no físicas, he llegado a
comprender que cuanto más experimentamos y más nos familiarizamos con
las dimensiones no físicas del universo, más amplias son nuestras
opciones después de nuestra muerte física. Las opciones no físicas
(espirituales) que tenemos aumentan en forma exponencial con nuestra
capacidad para explorar el origen de toda la energía y la vida. Esto es
más importante que todo lo que yo pueda expresar. La inmensa mayoría de
las personas muere ignorando totalmente su existencia espiritual.
Aunque muchos tienen firmes creencias religiosas, carecen de un
conocimiento práctico de su identidad espiritual y de que su existencia
continúa después de la muerte. En el momento de morir, transfieren su
consciencia del cuerpo físico a su forma no física de frecuencia
superior e inmediatamente se encuentran con sus seres queridos y amigos
fallecidos. Evidentemente les encanta descubrir que siguen existiendo y
les regocija reunirse con sus seres queridos. En los siguientes días y
semanas se integran a una nueva realidad vibratoria y comienzan a
adaptarse y a ajustarse a sus respectivos grupos sociales. Esta
sensación colectiva de integración reúne y mantiene unidos a millones de
personas en espléndidos entornos no físicos de consenso.
Los
distintos grupos de personas tienen diferentes conceptos del Cielo.
Por ejemplo, la perspectiva islámica es diferente del punto de vista
cristiano. Recuerde que los entornos no físicos responden a los
pensamientos; cada religión y grupo social importante ha creado su
propio concepto de Cielo, de acuerdo con las convicciones y creencias
del grupo. Muchos de estos entornos energéticos son muy antiguos y están
muy bien establecidos por la consciencia colectiva de sus integrantes.
En forma muy parecida al mundo físico, a casi todas las personas les
complace adaptarse a la realidad de consenso habitada por sus amigos y
seres queridos. ¿Por qué no habría de ser así? Es increíblemente
agradable cuando se compara con la materia. Existen magníficos paisajes
por descubrir y explorar. Se pueden apreciar los paisajes y entornos
más atractivos de la Tierra, además de muchos otros. Todos los árboles y
prados reflejan un vibrante espectro de color que está más allá de
nuestra imaginación. Todo -las plantas, los animales, la vida misma-
está hecho de luz. Una matriz de energía que responde a los pensamientos
manifiesta todo lo que piensan sus habitantes. Es obvio que sus
habitantes piensen que esta es la realidad final: el Cielo.
Debido
a que se supone que estos magníficos entornos no físicos son el Cielo,
y a que se comparan con la existencia física, estos entornos de
consenso son el Cielo -en ellos no hay muerte, enfermedad,
deterioro, crimen ni cosas semejantes. Sólo hay un problema: la inmensa
mayoría de sus habitantes no físicos, miles de millones de ellos, no
saben que existen otras dimensiones energéticas, todavía más
esplendorosas, más allá de los límites de su percepción no física.
Estas espectaculares dimensiones energéticas están formadas por
interminables frecuencias de luz y energía pura, cada una más radiante
que la anterior, una progresión de luz viva que existe mucho más allá
de nuestros frágiles conceptos de forma y solidez y que continúa hasta el corazón mismo del universo multidimensional.
Esta
información es importante porque el primer paso para ampliar nuestra
consciencia es reconocer los diversos límites que nos fijamos, tanto
físicos como espirituales. Este conocimiento destaca la necesidad de que
todos ampliemos nuestra percepción y nuestra experiencia más allá de
los límites densos que nos rodean. Una vez que desarrollemos la
capacidad de explorar más allá de los límites de nuestros cuerpos,
podremos aplicar esa misma capacidad en nuestra existencia futura, en
nuestro hogar no físico.
El
desarrollo de nuestra capacidad para explorar más allá del cuerpo
tiene profundas implicaciones para todos nosotros. Nuestra capacidad de
experimentar los diversos niveles de frecuencia no físicos depende de
nuestra capacidad personal para trascender nuestros límites energéticos
actuales. En efecto, una vez que aprendemos a trascender nuestros
límites físicos, podremos usar la misma capacidad después de la muerte
para experimentar regiones todavía más grandes del universo.
En
la actualidad, hay personas que pueden aumentar su frecuencia
vibratoria personal y explorar diversas dimensiones del universo. Estas
personas singulares no se limitan a una sola dimensión o entorno. La
capacidad para explorar más allá de nuestros límites físicos actuales es
un elemento esencial para que evolucionemos y pasemos de ser criaturas
inmersas en lo físico a seres espirituales sin límites. Sólo cuando
lleguemos a trascender nuestros límites densos tendremos la esperanza de
expresarnos por todo el universo multidimensional. Nuestro destino es
evolucionar a un punto donde todos tengamos la capacidad de ampliar
nuestra consciencia y crecer, a todo lo largo y lo ancho del universo.
Todos
somos seres interdimensionales, aunque en la actualidad centremos
nuestra atención en una sola dimensión de materia-energía. Las
experiencias extracorporales y cercanas a la muerte, los sueños, los
estados alterados de consciencia e incluso la muerte misma son
evidencias de nuestra naturaleza multidimensional. Reconocer en forma
consciente y experimentar en forma personal nuestra naturaleza no física
es un paso importante en nuestra evolución personal. En algún momento,
todos evolucionaremos a un punto donde podamos experimentar y explorar
de manera consciente el universo. Esto ocurrirá cuando nuestra especie
se desarrolle y reconozca que nosotros y el universo somos iguales:
multidimensionales.
Tras
veinte años de exploración extracorporal, estoy seguro de que
evolucionamos a través de la materia. Utilizamos las formas de vida
biológica como instrumentos de expresión. Nuestros cuerpos físicos son
las herramientas que usamos para experimentar y crecer. Cada nacimiento
(exploración) en la materia nos hace avanzar y aumenta nuestra
experiencia. Cada forma de vida física usa y controla un vehículo
biológico temporal para su evolución.
Igual
que la proverbial mariposa, cada organismo viviente desecha su
vehículo biológico temporal para continuar su viaje por los refinados
niveles de energía del universo multidimensional.
La
evolución es mucho más de lo que podemos contemplar con los ojos. Es
el movimiento y el cambio de la consciencia de las formas de vida
biológicas más simples a formas de vida no físicas cada vez más
complejas y organizadas. Cada forma de vida prosigue su viaje evolutivo
dentro del universo multidimensional. Cada una crece y cambia, aprende y
se adapta con lentitud a sus nuevos desafíos y aventuras, a sus nuevas
formas de expresión. Para comprender verdaderamente la evolución,
debemos explorar y observar la subestructura del universo: las
estructuras y los sistemas energéticos no moleculares que provocan los
cambios físicos que percibimos a nuestro alrededor.
EL SUEÑO DE EINSTEIN
El
sueño de Einstein y de cualquier otro físico ha sido comprender y
explicar la estructura del universo. Durante muchas décadas, los físicos
han esperado descubrir una teoría única que explique y reúna todos los
conceptos de energía, espacio y tiempo. Esta teoría unificada se
conoce como la gran unificación.
Ahora,
casi todos los físicos creen que ocurren reacciones energéticas no
descubiertas y que están más allá de nuestra visión tecnológica actual.
Cuando la ciencia moderna exploró el núcleo de la materia, realizó un
increíble descubrimiento: las partículas físicas elementales no poseen
atributos o propiedades materiales inherentes. Los principales bloques
de construcción de la materia se perciben cada vez más como frecuencias.
Este descubrimiento tiene implicaciones de gran trascendencia.
Cuando
reconocemos que las partículas físicas tienen naturaleza de
frecuencias, los conceptos de varias dimensiones energéticas no resultan
tan lejanos como parecían al principio. Por ejemplo, el clásico
experimento de Newton con un prisma mostró que la luz visible contiene
diferentes frecuencias que aparecen como colores. Las diversas
frecuencias de luz existen juntas dentro del mismo espacio-tiempo que
observamos, sin embargo, cada frecuencia de la luz existe totalmente
separada de las demás.
El
espectro de ondas electromagnéticas incluye una increíble variedad de
radiación, desde los rayos gamma hasta las ondas de radio de onda
larga. Debido a que coexisten diferentes frecuencias de energía dentro
del mismo espacio-tiempo que ocupamos, ¿por qué no podrían coexistir
entornos energéticos completos (e incluso mundos) dentro de nuestro
universo físico visible? Los físicos de todo el mundo se toman muy en
serio esta pregunta. En la actualidad, los físicos están convencidos de
que algo de tamaño sustancial existe más allá de nuestra visión
tecnológica. Se considera que esa energía invisible e inexplorada es la
clave para comprender la estructura de la materia y del universo.
Confío
en que pueda hacerse realidad el último sueño de Einstein: la gran
unificación, al desarrollarse nuevos métodos para verificar y explorar
la realidad del universo multidimensional. El reconocimiento científico
del universo multidimensional y de la continuidad de consciencia son
los elementos importantes que faltan para que comprendamos la
naturaleza y la estructura de la energía del universo. La gran
unificación será una realidad si los físicos modernos están dispuestos a
reorientar su atención desde las partículas elementales a las
funciones de ondas no físicas. Esto no es un sueño, sino una realidad,
que espera pacientemente que nuestras percepciones científicas
evolucionen más allá de su obsesión actual por las partículas físicas.
LA NUEVA FRONTERA DE LA CIENCIA
En
el siglo XXI, la ciencia reconocerá que las respuestas a los elusivos
misterios físicos de nuestra existencia -la cosmología del universo, la
naturaleza y la estructura invisible de la materia, la evolución de
nuestras especies e incluso la existencia de la vida después de la
muerte- sólo podrán encontrarse al explorar la subestructura invisible
del universo. Cuando lo reconozca, la ciencia dará un paso evolutivo
importante, y esto representará un punto determinante en la evolución
humana. Con lentitud avanzaremos de ser una especie biológica que se
concentra en lo externo a una especie con cada vez más dimensiones. Este
proceso de cambio ya ha comenzado. Los astrofísicos, los físicos
cuánticos y quienes analizan las partículas conducen hoy extensos
experimentos que se basan en el concepto de un universo
multidimensional. Esta tendencia continuará durante todo el siglo XXI.
Una
vez que comencemos a explorar el interior del universo, surgirá una
nueva era en la investigación y en los descubrimientos científicos. La
ciencia moderna ampliará sus observaciones actuales de la materia y la
realidad mucho más allá de todos los conceptos actuales. La ciencia
comenzará a explorar el origen invisible de la energía y de la materia
física.
A
medida que evolucionemos, comenzaremos a definir el universo invisible
del mismo modo en que los astrónomos trazan hoy el universo visible.
La exploración del interior del universo es una tarea monumental que
nos llevará mucho más allá de nuestros conceptos intelectuales actuales
de tiempo, espacio y energía. La exploración de las dimensiones
invisibles es una tarea que todos terminaremos por efectuar, porque es
nuestro derecho de nacimiento y nuestro destino explorar más allá de
nuestros vehículos biológicos primitivos y experimentar el esplendor de
nuestro verdadero hogar, el universo multidimensional.
Capítulo 4
Cualidades trasformadoras
El conocimiento es el antídoto del temor
RALPH WALDO EMERSON
Los
beneficios de la exploración extracorporal trascienden los límites de
nuestros sentidos físicos y de nuestro intelecto. Tras una experiencia
fuera del cuerpo, muchas personas experimentan un despertar de su
identidad espiritual, una transformación del concepto de sí mismos. Se
ven a sí mismos como algo más que materia, más conscientes y más vivos y
expresan una profunda sabiduría interior basada en su experiencia
espiritual.
Muchos
dicen sentirse conectados a algo más grande que ellos, enlazados al
origen mismo de la vida. Describen un poderoso sentimiento de haber
atravesado una densa barrera de ignorancia, temor y limitación.
En
mis talleres, a menudo escucho informes de un aumento del conocimiento
y de una conexión interna con el espíritu. Muchos describen una
notable expansión de su capacidad de percepción, una nueva capacidad
que se extiende mucho más allá de sus límites físicos; una abrumadora
sensación de conocimiento basada en la experiencia personal directa.
Tal vez el beneficio más importante de las experiencias extracorporales
es que reconocemos nuestra capacidad para descubrir cosas por nosotros
mismos.
Cuando
me preguntan «¿por qué hace exploración extracorporal?», mi respuesta
es simple: quiero conocer las respuestas por mí mismo. Me desalientan
las creencias, sobre todo porque son el producto más abundante que
existe en la actualidad. Toda sociedad, toda cultura desborda de
creencias. Cada una con su versión de la verdad, pero que no son sino un
conjunto de firmes convicciones establecidas por el hombre. Estas
creencias cambian con el tiempo, evolucionan y se debilitan, mientras
que la verdad de nuestra existencia sigue igual, oculta bajo una montaña
cada vez más grande de doctrinas, dogmas, suposiciones y conclusiones.
Pienso
que el propósito de la vida es la experiencia. Debemos experimentar y
explorar por nosotros mismos. Debemos descubrir y saber o bien ser
esclavos de las opiniones de los demás. A medida que se acerca el siglo
XXI, llega el momento de reconocer nuestro verdadero potencial y de
explorar más allá de las creencias y de las convicciones. Ha llegado el
momento de descubrir y ver la verdad por nosotros mismos.
Hoy
tenemos esta oportunidad. Las experiencias fuera del cuerpo
controladas abren la puerta a una increíble nueva frontera del
descubrimiento humano. Nos permiten explorar más allá de los estrechos
límites de nuestros sentidos físicos y descubrir las respuestas a los
más antiguos misterios de nuestra existencia.
CUALIDADES TRANSFORMADORAS DE LAS EXPERIENCIAS EXTRACORPORALES
Según
investigaciones y estudios realizados por numerosos médicos -entre
ellos Raymond Moody, Melvin Morse, Ken Ring, Bruce Greyson y Stuart
Twemlow- las cualidades transformadoras de las experiencias
extracorporales son infinitas. Cada año, nuevos estudios señalan
beneficios psicológicos y físicos adicionales. A continuación resumo los
numerosos beneficios de los que se tiene noticia, procedentes de
estudios realizados en todo el mundo durante los últimos veinte años.
1. Mayor consciencia de la realidad. De
acuerdo con un estudio efectuado por los doctores Stuart Twemlow, Glen
Cabbard y Fowler Jones, y presentado en la reunión de 1980 de la
American Psychiatric Association, el 86 por ciento de los 339 individuos
que tuvieron experiencias extracorporales informó de una mayor
consciencia de la realidad. En la misma encuesta, el 78 por ciento opinó
que el beneficio era duradero.
2. Comprobación personal de nuestra inmortalidad. Sin
duda, las experiencias extracorporales ofrecen una evidencia directa y
comprobable de nuestra capacidad para existir en forma independiente
de nuestros cuerpos físicos. Este es un suceso importante que altera el
modo de vida de millones de personas cada año.
3. Desarrollo personal acelerado. El
hecho de reconocer que somos algo más que seres físicos abre niveles
completamente nuevos de desarrollo personal. Tengo la firme creencia de
que las experiencias extracorporales controladas e iniciadas por uno
mismo aceleran el desarrollo personal. Una vez que entramos y
controlamos en forma consciente nuestro yo no físico, liberamos el saber
ilimitado de nuestro subconsciente y aprovechamos nuestra capacidad
para explorar el universo. Todo el potencial humano se amplía en forma
significativa más allá de los conceptos y de la comprensión actual.
4. Disminución del temor a la muerte. Cuando
nosotros mismos experimentamos en forma consciente separados de
nuestros cuerpos físicos e independientes de ellos, se reduce
notablemente el temor a la muerte. El temor a la muerte es el temor a lo
desconocido. Una vez que se separa de su cuerpo, sabe con certeza que
usted continuará. Cuantas más experiencias extracorporales tenemos,
menos temor y ansiedad nos produce la muerte.
5. Mayor capacidad psíquica. La
precognición, la telepatía, las premoniciones, la profecía, la
capacidad de observar el aura, y muchas otras capacidades psíquicas a
menudo aumentan con las experiencias extracorporales. Se desconoce la
razón de esto, pero muchos creen que es el resultado natural de captar
mejor nuestros sistemas energéticos internos.
6. Mayor necesidad de respuestas. Cuando
se dan cuenta de que las respuestas están a su disposición, muchas
personas comienzan una búsqueda espiritual personal a fin de resolver
los misterios que ponderan desde la niñez.
7. Comprensión de la muerte. Las
experiencias extracorporales ofrecen evidencias de que el proceso de
morir tal vez no sea una experiencia dolorosa ni atemorizante sino, más
bien, una maravillosa aventura espiritual.
8. Aceleración de la evolución humana. La verdadera evolución de nuestra especie no es el cambio biológico que nos rodea, sino el incremento de la consciencia.
A
medida que nuestro mundo se vuelve cada vez más complejo, surge una
necesidad interior de descubrir las razones invisibles que están tras
los rápidos cambios físicos que percibimos. Esta necesidad de conocer
las respuestas a los muchos misterios que nos rodean, llevará a nuestra
especie al siguiente nivel de evolución.
Si
analizamos la evolución humana, observaremos una transición desde las
sociedades basadas en el trabajo físico (agricultura) a las sociedades
que cada vez se orientan más a las actividades intelectuales
(tecnología). Algún día nuestra especie estará preparada para el
siguiente paso importante en la evolución: reconocer y experimentar
nuestro yo no físico y explorar las dimensiones no físicas.
9. Curación espontánea. Existen
numerosos informes de personas que se curan a sí mismas y a los demás
cuando están fuera del cuerpo. A menudo esta curación se inicia
mediante un pensamiento dirigido a un área específica del cuerpo.
10. Concepto más amplio del yo. En
lugar de considerarnos como seres físicos que poseen almas, muchos se
reconocen a sí mismos como almas (consciencias) en posesión temporal de
cuerpos biológicos.
11. Mayor espiritualidad. De acuerdo con el estudio ya mencionado que realizó el Dr. Stuart Twemlow, el 55 por
ciento de los participantes consideraron sus experiencias
extracorporales como una experiencia espiritual. Muchas personas hablan
de una conexión más profunda con su esencia espiritual, de
explicaciones profundas de su naturaleza espiritual, o de una sensación
definida de estar enlazados con algo mucho más grande que ellos
mismos. Ya sea que lo llamemos el espíritu de la mente universal o
Dios, los informes coinciden en esta poderosa conexión interna.
12. Se reconocen y se experimentan influencias de vidas anteriores. La
obra de Brian Weiss y otros médicos e hipnoterapeutas respetados ha
proporcionado evidencias convincentes de que la influencia de las vidas
anteriores es un elemento importante de nuestra estructura psicológica
actual. Con las experiencias extracorporales es posible penetrar y
explorar estos recuerdos subconscientes en forma eficaz.
13. Cambios psicológicos más rápidos. Las
experiencias extracorporales nos ayudan a liberarnos de las rutinas y
de los hábitos mentales anteriores. En muchas ocasiones, los
participantes cuentan que la impresión de sentirse independientes de sus
cuerpos físicos les da una perspectiva más clara de su existencia
actual. Esta visión más amplia de sí mismos ha servido para despertar
nuevos niveles de desarrollo y comprensión.
14. Obtención de respuestas personales. Cada
uno de nosotros tiene preguntas relacionadas con su existencia. ¿Qué
soy? ¿Cuál es mi propósito? ¿Voy a continuar? ¿Qué significa la vida?
Estas preguntas y muchas más sólo pueden ser contestadas por la
experiencia personal. La exploración extracorporal nos da un poderoso
método para que todos obtengamos las respuestas que buscamos. ¿Por qué
aceptar las creencias de otros cuando la información de primera mano
está a nuestra disposición?
15. Encuentro con un ser de luz, un ángel u otro residente no físico. Muchas personas informan de encuentros cara a cara con alguna forma de habitante no físico. Del grupo del estudio de Twemlow el 37 por ciento de los participantes captaron la presencia de un ser no físico, mientras que el 30 por ciento informó de la presencia de guías o protectores.
16. Mayor respeto por la vida. Parece
surgir una marcada aversión a la violencia y al asesinato. Por
ejemplo, la idea de cazar o matar un animal se vuelve repugnante. Creo
que este cambio se debe al conocimiento que obtenemos en relación con
nuestra interconectividad espiritual.
17. Mayor respeto y responsabilidad hacia sí mismo, así como mayor confianza interna. Muchas
personas reconocen por primera vez que son el centro creativo de su
existencia física. A menudo experimentan el vasto potencial y la fuerza
de su yo interior no físico y liberan su esencia creativa. Muchos
refieren que comprenden más que nunca que son completamente responsables
de todas sus acciones, tanto en las ideas como en las obras.
18. Menor hostilidad, violencia y crimen. Quienes
se perciben a sí mismos como algo más que simples cuerpos comprenden
que robando o dañando a otra persona se destruyen a sí mismos. Debido a
que reconocen que continúan después de la muerte, comprenden que
también prosigue su responsabilidad personal.
19. Mayor conocimiento y sabiduría. Sólo
la experiencia crea la sabiduría, y las experiencias extracorporales
tienen la capacidad de ofrecer conocimiento y sabiduría mucho más allá
de los límites de nuestras percepciones físicas.
20. Profunda sensación de conocimiento en lugar de simple creencia. El conocimiento personal es poderoso y cambia
nuestras vidas, sobre todo cuando se compara con las creencias. Las
experiencias extracorporales proporcionan un conocimiento directo y
comprobable de nuestra inmortalidad y de nuestra identidad espiritual.
Este conocimiento no puede explicarse; debe experimentarse.
21. Calma interior. Al saber que somos inmortales, en lugar de esperar serlo, surge una gran sensación de paz.
22. Mayor gusto por vivir. La
emoción relacionada con la exploración extracorporal es un poco
difícil de describir: es un regocijo que llega a lo más profundo de
nuestro ser. Cuando nos separamos de nuestro cuerpo físico y exploramos
activamente lo que los rodea, comprendemos que somos mucho más grandes
que nuestra personalidad física. La vida misma se convierte en una
aventura, un emocionante viaje de descubrimiento. La emoción interior
que sentimos es inconfundible.
23. Mayor inteligencia y más memoria; imaginación más activa. Muchos
informan que sus experiencias extracorporales han mejorado de algún
modo su consciencia y su inteligencia. Algunos creen que las
experiencias extracorporales estimulan áreas del cerebro que no se
aprovechan durante la vida física normal. Desde un punto de vista
biológico, podría ser una estimulación del lóbulo temporal derecho o de
la glándula pineal. Se desconocen los fundamentos médicos del resultado
expresado, pero de acuerdo con las extensas investigaciones efectuadas
por el neurocirujano canadiense Wilder Penfield, cuando se estimula el
lóbulo temporal derecho mediante una tenue descarga eléctrica, los
pacientes mencionan una y otra vez experiencias extracorporales. Además,
existen evidencias sustanciales de que el lóbulo temporal derecho se
activa misteriosamente durante las experiencias de muerte y cercanas a
la muerte. También existen investigaciones que apoyan la existencia de
una conexión entre el cerebro biológico y nuestro sistema energético no
físico. Si así fuera, existirían interacciones eléctricas y químicas
que todavía desconocemos. Todo este tema requiere de investigaciones
adicionales.
24. Sensación de aventura. Cada
momento del día y de la noche es una oportunidad para experimentar una
nueva aventura. El autor Tom Robbins lo define muy bien al decir que
«nuestra mayor aventura humana es la evolución de la consciencia.
Estamos en esta vida para desarrollar el alma y aclarar el cerebro».
Las
cualidades transformadoras de las experiencias extracorporales son una
realidad que todos podemos experimentar. Sólo necesitamos una mente
abierta y una guía adecuada para liberar nuestro ilimitado potencial
personal. Ya tenemos la capacidad para explorar las áreas invisibles del
universo, pero depende de nosotros pasar de observadores curiosos a
exploradores activos.
Creo
que este paso es un punto crucial en nuestras vidas y en nuestra
evolución personal. La exploración más allá de los límites de nuestros
cuerpos físicos puede ser un modo eficaz de obtener las respuestas y las
explicaciones que tanto buscamos. Este viaje de la consciencia desde
lo físico a lo no físico es una realidad que no podemos evitar; sólo
debemos decidir cuándo comenzar.
LOS DISCAPACITADOS FÍSICOS
La
exploración extracorporal ofrece inmensos beneficios para los millones
de personas discapacitadas que hay en todo el mundo. A quienes
soportan una vida de limitación física, la exploración extracorporal
les ofrece un increíble renacimiento de la esperanza, la alegría y la
percepción: una oportunidad de sentirse temporalmente libres de su dolor físico, de su enfermedad o su discapacidad.
Imaginemos
una niña lisiada que nunca podrá caminar pero puede moverse sin
esfuerzo más allá de los confines de su cuerpo físico o al ciego que
nunca verá su rostro pero puede percibir más allá de los límites de la
vista física. El potencial es extraordinario.
Los
beneficios de la exploración extracorporal trascienden nuestra
comprensión médica y científica actual. La profesión médica se concentra
principalmente en los aspectos físicos de las enfermedades y las
discapacidades. Debido a este énfasis en lo físico, no existe en nuestra
sociedad salida alguna para nuestros discapacitados, fuera del ámbito
físico.
Nuestra
capacidad natural para trascender nuestros cuerpos físicos nos permite
alejarnos temporalmente de cualquier limitación física que
experimentemos. Con la guía, la preparación y las técnicas adecuadas,
casi todos podemos experimentar la exploración extracorporal y sentir la
increíble alegría de una libertad sin límites.
Para
comprender y apreciar la sorprendente realidad de esta singular forma
de exploración, es necesario experimentarla. El razonamiento y el
análisis intelectual no nos proporcionan esa percepción: nosotros mismos
debemos experimentar su verdad. Confío en que llegaremos a abrir
nuestros corazones y nuestras mentes a este nuevo potencial de
crecimiento y desarrollo. Sólo podemos perder una cosa: la ignorancia.
Cuando
prueban la exploración extracorporal, los discapacitados tienen una
ventaja importante sobre la población en general. Su ardiente deseo de
escapar a sus limitaciones físicas a menudo representa un poderoso
incentivo para el cambio, pues el deseo y la motivación son los aspectos
más importantes de la exploración extracorporal.
El
siguiente es un informe de una experiencia extracorporal realizada por
un hombre que durante los últimos veinte años ha estado paralizado de
la cintura para abajo.
Sentado
en mi silla de ruedas, leí un informe acerca de las experiencias
extracorporales. Tengo sesenta y tres años, mi vida es tradicional y
dudo seriamente de que esto sea verdad. Suena demasiado extraño para ser
cierto. En el libro había un ejercicio de visualización que parecía
muy sencillo. Decidí probarlo. Comencé a formar en mi mente la casa de
mi hija. Imaginé que estaba en su casa y que abría la puerta principal.
Caminé mentalmente hacia el salón y comencé a dibujar los muebles, la
alfombra, las ventanas, los cuadros e incluso las plantas. Me
sorprendió lo fácil y divertido que resultó hacerlo. Decidí caminar
hasta la mesa y traté de sentirla. Me senté en una silla e intenté
sentir la textura de la tapicería. Lo siguiente que recuerdo es un
sueño en el que volaba sobre una hermosa pradera. Después sentí que me
recorría una extraña vibración. El ruido se hizo más fuerte hasta que
comprendí que estaba flotando encima de mi silla de ruedas. Al
principio me sorprendí, pero me sentía completamente despierto y
consciente. La sensación de flotar era maravillosa. Pensé en acercarme a
la puerta y al instante floté hacia allá. Me inundó una sensación de
alegría mientras atravesaba la puerta y rodeaba mi casa. Parecía poder
ir donde yo quisiera. Reuniendo todo mi valor, decidí hacer el intento
de volar. Mientras lo pensaba mi cuerpo giró en el aire. Extendí los
brazos y me imaginé volando como un pájaro. Al instante flotaba como un
águila en el cielo. Volé sobre mi vecindario y vi las casas debajo de
mí. Por primera vez en mi vida sentí lo que era la libertad. Pensé en
mi cuerpo físico y de repente estaba de vuelta en mi silla de ruedas.
Mi corazón late con emoción mientras escribo esto. El regocijo de esta
experiencia está más allá de las palabras. Sólo quisiera haber
aprendido a hacer esto veinte años antes.
BENEFICIOS DE LA EXPLORACIÓN EXTRACORPORAL
· Descubrir y conocer las respuestas a los misterios más antiguos de la humanidad: ¿seguimos después
de la muerte? ¿Qué significa la vida?
· Contestar las preguntas básicas de su existencia: ¿qué soy? ¿Por qué estoy aquí? ¿Cuál es mi
propósito?
· Resolver el misterio del destino final: ¿dónde voy al morir? ¿Existe el Cielo? ¿Cómo es?
· Observar y solucionar los problemas físicos actuales desde una «perspectiva más amplia».
· Obtener una mayor comprensión de los desafíos y las lecciones de la experiencia cotidiana.
· Observar y comprender el poder increíble e invisible de la energía del pensamiento.
· Salir del laberinto de las creencias y descubrir usted mismo la verdad.
· Acelerar su evolución personal más allá de los límites densos de la materia.
· Afrontar y eliminar sus temores personales.
· Comprender con mayor claridad su vida, sus relaciones y su mundo.
· Observar y sentir la magnífica belleza de nuestro universo multidimensional.
· Comprender su potencial personal y su fuerza ilimitada.
· Reconocer y comprender las razones invisibles de los sucesos pasados y actuales de su vida.
· Disfrutar de una absoluta libertad de movimiento, sin ningún límite.
· Comprender mejor las religiones modernas.
· Descubrir y experimentar una comprobación absoluta y directa de su inmortalidad personal.
· Observar y comprender las sutiles corrientes de energía que moldean su vida y su mundo.
· Recibir el conocimiento de la sabiduría que sólo llega con la experiencia.
· Reconocer y liberarse de opiniones, conclusiones y sistemas de creencias imprecisos.
· Tener una visión más clara del plan universal.
· Observar y comprender el proceso natural del nacimiento y de la muerte.
· Ver, experimentar y explorar el «Cielo» bíblico.
ALEGRÍAS DE LA EXPLORACIÓN EXTRACORPORAL
· La emoción de una nueva aventura.
· La absoluta alegría de comprobar su inmortalidad.
· El regocijo de experiencias y exploraciones más allá que lo ordinario.
· La arrolladora sensación de los logros personales.
· La alegría pura de explorar un territorio sin analizar y sin descubrir.
· La emoción de ser un pionero en un campo nuevo de exploración.
· El gozo de descubrir la verdad de su existencia más allá de todas las creencias y suposiciones.
· La intensa satisfacción personal de conocer directamente el propósito y el significado de su existencia.
· Sensaciones de conocimiento indescriptibles, en lugar de esperanzas.
· La alegría de descubrir nuevos niveles de crecimiento y desarrollo personal.
· La intensa sensación de una evolución personal acelerada.
· La inmensa alegría interior de resolver misterios ancestrales y descubrir usted mismo las respuestas.
Le
esperan estos beneficios y muchos otros; sin embargo, depende de usted
explorar y experimentar la realidad de todo esto. La exploración fuera
del cuerpo le ofrece la oportunidad de saber y de ver, en lugar de
esperar y confiar. Esta oportunidad es suya. Ahora.
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